José Álvarez, otro de los gallegos que viajaba en el tren Alvia relató que en su vagón "todo se movía mucho y había polvo y ruido". Se sentaba próximo a la locomotora descarrilada. "Mi asiento se giró, hice fuerza con los pies pero se giró y la gente estaba gritando y nerviosa", indicó

Iván y José, dos jóvenes policías nacionales que viajaban desde Santiago explicaron que escucharon un frenazo y vieron "tierra y humo". "Abrimos la puerta y ya vimos la locomotora. No hemos tenido miedo, solo fue el susto", contaron.

La mayor parte de los testimonios insisten en la idea del frenazo repentino. "Sentimos un frenazo seco y al bajar descubrimos lo que había pasado" relatan otros pasajeros. La mayor parte de los viajeros pudieron bajar de los vagones por su propio pie. "Los pasajeros de delante se quejaban mucho más", insistía otro viajero que también iba en la parte de atrás. "Había dos personas atrapadas en el coche de delante y estaban esperando a los bomberos para que los pudieran excarcelar", indica otro testimonio.