La imagen de tres grúas impresionantes, enderezando la locomotora de 35 toneladas que encabezaba el tren siniestrado el martes en La Hiniesta (Zamora), donde viajaba el maquinista muerto, el coruñés Alexander Pedreira, de 32 años, y el herido grave, es la demostración palpable de la costosa tarea que tienen por delante los operarios de Adif y Renfe para rescatar todo el material que quedó sobre la vía pocos minutos después de la fatídica colisión con el automóvil.

El convoy que sufrió el accidente era una doble composición -dos trenes unidos cada uno con dos locomotoras- apoyadas por los furgones generadores (CET) para circular en modo diesel y nueve coches (vagones). Una de las composiciones se pudo encarrilar de nuevo en la vía y, traccionada por una locomotora de apoyo emprendió el camino de regreso hacia Galicia a primera hora de la tarde de ayer. Iba con una locomotora, los nueve coches y el otro generador, pero faltaba la segunda locomotora.

Esta, junto al otro tren completo, quedo volcada en la explanada próxima a la base de montaje de La Hiniesta y espera un trabajo de días para poder ir retirando todo el material siniestrado: tres locomotoras más los nueve vagones que restan. Es un empeño "muy aparatoso, minucioso y con horas de trabajo por delante", aseguran fuentes de Adif. Lo más complicado de la operación fue enderezar la máquina de cabecera del convoy, muy agarrada a las vías del tren y con un peso que supera las 35 toneladas. Tres grúas de alto tonelaje fueron necesarias para la maniobra, que comenzó el pasado miércoles con las tareas de allanamiento del terreno y que continuarán en las próximas horas con el traslado de la máquina a un camión para su transporte hasta Madrid, donde Renfe tiene su taller central para su examen. Hasta allí irán también el resto de vagones, que aún permanecen en las vías del tren en el apeadero de La Hiniesta y cuyo traslado se producirá, también con estas grúas, en los próximos días hasta concluir la operación. El peso de estos elementos ronda las 16 toneladas cada uno. No obstante, todavía resta la carga de un segunda máquina de grandes dimensiones que también tendrán que enderezar y cargar. Durante los próximos días, las tareas se centrarán en izar y cargar los vagones, unas labores que podrán alargarse incluso más allá de esta semana, según las previsiones de algunos de los operarios que trabajan en la zona.

Durante las tareas de rescate de la locomotora siniestrada los investigadores de la policía judicial y los técnicos de Renfe y Adif examinaron cuidadosamente el material, además de acceder a su interior, ya que los trenes llevan unos registradores jurídicos, que serían el equivalente a la caja negra de los aviones, que pueden proporcionar datos sobre lo que el tren registró durante el siniestro, por ejemplo, la velocidad exacta a la que circulaba por ese punto y en qué momento frenó.

El maquinista herido en el accidente, Francisco Picazo, de 55 años, permanece en la UCI del hospital Virgen de la Vega de Salamanca con pronóstico estable dentro de la gravedad. El último parte médico apunta a una evolución ligeramente favorable, aunque presenta lesiones serias.

Picazo es natural de Zamora, aunque reside en A Coruña, localidad natal del otro maquinista en prácticas que falleció.

DESPEDIDA EN A CORUÑA

Numerosas muestras de condolencia centraron ayer la despedida del maquinista de A Coruña fallecido en el accidente del Alvia Ferrol-Madriddespedida del maquinista de A Coruña fallecido en el accidente del Alvia Ferrol-Madrid, después del traslado de sus restos mortales a un tanatorio de la ciudad coruñesa. El traslado del cuerpo de Alexander Pedreira, de 32 años, se produjo en la jornada del miércoles y la llegada de su cuerpo se produjo a última hora de la tarde. En el transcurso de la jornada de ayer, donde también se celebró una misa, fueron muchas las muestras de condolencia por parte de allegados, amigos, compañeros y conocidos. Al igual que ocurrió el miércoles, ayer hubo una concentración en silencio en la estación del tren de A Coruña.