El titular de Obras en la Diputación, José María Barrios, reveló que desde hace algún tiempo estaba pendiente la elaboración de un estudio para comprobar si el puente que discurre sobre la vía donde se produjo el siniestro ferroviario de la pasada semana se podía reformar, con el fin de lograr un paso más oblicuo al ferrocarril y evitar las curvas de casi 90 grados que obligan a reducir la velocidad a 30 por hora. "Hay que saber el coste y si es viable lo haremos, con permiso de Adif", aseguró. Barrios, no obstante, negó que el estado de la carretera influyera en el accidente que costó la vida el pasado martes al conductor del coche que cayó a la vía desde el puente y, posteriormente, al maquinista en prácticas del Alvia: es una vía con carriles de tres metros, bien asfaltada, correctamente señalizada en ese tramo, con reducción de velocidad y unas protecciones adecuadas, quitamiedos del mismo tipo que existen en puentes de carreteras nacionales, reconoció.

Tampoco los datos de siniestralidad avalan que este punto se pueda considerar peligroso ya que sólo constan dos atestados de la Guardia Civil, por un accidente en 2017, causado por embriaguez del conductor, y otro en 2018 por exceso de velocidad.

La caída a las vías del viejo Land Rover, que ha provocado una tragedia en pérdida de vidas humanas y pudo tener incluso un peor resultado en la gravedad de los heridos, va a conllevar un elevado coste económico, ya que solo la composición doble del Alvia que sufrió el accidente está valorada en 40 millones de euros.