La coalición Galicia En Común y el BNG coincidieron ayer en criticar la falta de ambición del plan de reactivación económica para combatir la crisis causada por el coronavirus que la Xunta aprobó el viernes. Esta estrategia prevé movilizar 3.000 millones, de los que 1.300 procederían de capital privado. De los restantes, 828 son fondos autonómicos ya presupuestados que se reorientarán, al igual que otros 256 de la Unión Europea. Se añaden 151 procedentes de deuda nueva y 506 comprometidos por el Gobierno central.

El candidato de En Común y líder de Podemos en Galicia, Antón Gómez-Reino, atacó un anuncio que consideró propaganda destinada a ganar apoyos de cara a las elecciones autonómicas del 12 de julio. "Es un bluf, un basto engaño electoral que no sacará a Galicia de la crisis", censuró antes de reivindicar que las "únicas" inversiones reales nuevas estarán financiadas por las aportaciones de la administración central, que prometió destinar 16.000 millones de euros a las comunidades precisamente para paliar los daños derivados de la pandemia y el parón de actividad. "Feijóo no tiene un plan, sino una nota de prensa destinada únicamente a buscar titulares", espetó Gómez-Reino.

El BNG también criticó el plan económico del Ejecutivo de Feijóo, que aglutina actuaciones ya previstas y en marcha, como las estaciones intermodales o las obras de saneamiento de las rías, así como una ampliación de la prórroga al pago de impuestos autonómicos. No deberán abonarse hasta el 1 de noviembre.

La portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, consideró que se trata de "un plan rácano, sin visión de futuro y rutinario que no tiene estrategia ni planificación". Alegó que los fondos propios representan el 8% de los 10.160 millones de presupuesto autonómico este año.

Tras visitar una tienda local en Santiago y comprometerse a impulsar una ley gallega que proteja este sector si el BNG llega a la Xunta tras el 12-J, Pontón recordó que su organización ofreció al PP consensuar una estrategia económica "de país", "pero es evidente que Feijóo no quiere escuchar a nadie y el resultado es este plan tacaño".

Por otra parte, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, centró ayer su mensaje en los jóvenes, a los que pidió en un acto en Santiago "sumarse al cambio" político en Galicia que quiere protagonizar tras las elecciones. Acusó a Feijóo de la "destrucción de 70.000 empleos durante sus 11 años de gobierno" y de "abandonar" a los más jóvenes, forzándolos a emigrar.