España se convirtió el pasado año, por primera vez, en el primer exportador mundial de carne y productos de porcino a China, por delante de Alemania, Brasil o Estados Unidos. El gigante asiático es el mayor consumidor de productos de cerdo del mundo. Compra la mitad de lo que se saca al mercado en todo el mundo. En 2019, España exportó algo más de 663.000 toneladas de este tipo de carne a China. El doble que los tres años anteriores que habían rondado las 300.000. La importancia de este país en la cuenta de resultados del sector porcino español es cada vez mayor porque en 2014 China importó 90.000 toneladas. Seis veces menos que el año pasado. Sin embargo, el cierre de fronteras ha provocado que España se quede sin su principal cliente. Y no solo España. Galicia también.

"Galicia, como España y Europa, depende de lo que se exporte a los países asiáticos. Si ellos tiran, el mercado se mueve. Si ellos paran, no sé lo que vamos a hacer con los cerdos", se lamenta José Antonio Vidal, presidente de la Federación Galega de Porcino (Fegapor).

La comunidad gallega es una de las potencias nacionales en el sector porcino. Cuenta, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, con 28.538 explotaciones de cerdos, lo que supone el 33% del total nacional. Es, con diferencia, la comunidad con más granjas. La segunda y la tercera, Extremadura y Andalucía, poseen 13.355 y 12.215 cada una. Un 15,5% y 14,1%, respectivamente, del pastel estatal.

Pese a que Galicia es la comunidad con más explotaciones, solo es la novena que tiene más animales, lo que demuestra que el tamaño de las granjas es mucho menor que en el resto de España. A principios de 2019 había 1.201.000 cerdos en la comunidad gallega, frente a los 8,6 millones de Aragón; 7,7 de Cataluña o 4,1 de Castilla y León. Pese a todo, los 1,2 millones de Galicia es la cifra más elevada desde que hay datos (1996). Debido al incremento de la demanda de los últimos años desde los países asiáticos (China, Japón, Corea del Sur y Hong Kong), los productores gallegos también habían aumentado el número de animales. Un 11% en los últimos dos años.

En cuanto a la producción, la comunidad sacó al mercado 92.400 toneladas durante 2018 (últimos datos disponibles), la cifra más elevada desde 2009 y un 18% más que en 2015. En 2016 se produjo un gran cambio en el sector porcino nacional y gallego. A mitad de ese ejercicio, China abrió sus fronteras a la carne de cerdo del exterior y con esta medida salvó un sector que en los últimos años, debido a la crisis, no cubría los gastos de producción. La demanda desde China se triplicó: de las 90.000 toneladas que España exportó en 2014 se pasaron a las 339.000 de 2016.

La compra de más carne de cerdo por parte del gigante asiático se debió a la insuficiente producción local provocada por una reducción en el número de reproductoras y la imposición de estrictas medidas medioambientales que obstaculizaron la expansión e implantación de nuevas explotaciones. Esta situación provocó que el precio medio de la carne de cerdo importada desde China creciese un 19%, lo que benefició a los exportadores.

China es el mayor productor y consumidor de porcino del mundo. Consume y produce aproximadamente la mitad de lo que se pone en el mercado y se demanda a nivel mundial. Y España es la cuarta potencia productora (después de China, EEUU y Alemania). Dentro del marco comunitario, España es el segundo país de la UE en cuanto a producción de carne de cerdo y Galicia es la comunidad con el mayor número de explotaciones en España. Ademas, el 70% de la producción gallega se exporta ya sea a otras zonas de España o al extranjero. El sector reconoce que es complicado cuantificar cuánta de esa carne llega a China ya que se vende a empresas de fuera de la Galicia y se desconoce su destino.

El mercado chino no es muy estable. Tras el incremento de 2016, en 2017, el gobierno del país recortó las importaciones un 11%. Como consecuencia, el precio al que los productores gallegos vendían la carne se desplomó un 28%.

En 2018, China necesito más carne de cerdo e importó más toneladas y el año pasado duplicó la cifra con respecto al año anterior. La causa de este incremento es que el país asiático sufre una epidemia de peste porcina africana que se declaró a principios de agosto de 2018 y que ha provocado que se sacrifiquen cientos de millones de cerdos. Por eso, las autoridades chinas tuvieron que duplicar las importaciones de este tipo de carne para abastecer a su población. "A principios de 2019, el precio de la carne de cerdo estuvo decaído porque se había cortado la exportación a finales de 2018, pero a partir de mayo-junio se volvió a abrir la exportación y se volvieron a recuperar los precios. Los últimos seis meses del pasado año fueron bastante buenos", reconoce José Antonio Vidal.

Pero el panorama ha cambiado. "Todos los factores indicaban que 2020 iba a ser un año para recuperar todo lo que se había perdido. Pensábamos que iba a ser un año muy bueno con la peste africana en china y en el norte de Europa, pero Asia ha dejado de importar carné, tiró de las reservas que tiene y la exportación en toda Europa ha quedado en standby. Llevamos varias semanas con bajada de precio", explica el presidente de la Federación Galega de Porcino. Más del 80% de la carne de cerdo que exporta España tiene como destino cuatro países asiáticos: China, Japón, Corea del Sur y Hong Kong.