Desmanes urbanísticos, control de la masa arbolada, tratamiento de plagas forestales, estado de las franjas de seguridad y detección de incendios forestales. La Xunta no solo controlará a pie de campo el desarrollo urbanístico y forestal, la planificación de áreas empresariales y agrarias o la gestión hidrológica, sino que a partir de ahora la vigilancia se hará también desde el aire. Y lo hará con drones que contribuirán también a facilitar el tratamiento de plagas forestales, formular inventarios de masa arbolada, detectar posibles situaciones de abandono, evaluar franjas de seguridad contra fuegos, además de los usos actuales de prevenir y detectar incendios forestales.

El plan fue presentado ayer a expertos de varios ámbitos en un acto al que acudió el conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde. A la presentación de los proyectos acudieron representantes de diferentes departamentos de la Xunta que serán los usuarios de esas nuevas herramientas. Según Conde, esos proyectos forman parte del denominado "polo aeroespacial" que pretende construir la Xunta para desarrollar ese sector en la comunidad gallega.

En el caso de las viviendas, naves o galpones construidos de manera fraudulenta, los fotografías y los vídeos que aporten los drones serán claves para la apertura del correspondiente expediente sancionador y, en consecuencia, el derribo de la obra ilegal. Desde hace más de dos años, la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) está a la espera de poder incorporar tecnología aeronáutica para hacer aflorar las irregularidades urbanísticas que todavía hoy continúan en pie en todos los ayuntamientos gallegos.