La Xunta y el comité de expertos económicos que la asesoró durante la pandemia han puesto negro sobre blanco los "tres primeros proyectos tractores" con los que se pretende reactivar la economía y el empleo tras la crisis sanitaria que la dejó muy tocada y de la que no se comenzará a recuperar hasta los primeros trimestres de 2022. El propósito es construir tres plantas para la fabricación de viscosa a partir de madera sostenible destinada al sector textil, de hidrógeno verde y de biogás y fertilizantes a partir de los purines.

"Son tres iniciativas maduras para hacer productos para los que hay demanda. Son proyectos viables y no un ejercicio teórico, sino práctico", destacó el presidente del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, en su presentación, acompañado por los conselleiros de Medio Rural, José González, y de Economía, Francisco Conde, así como de varios miembros del comité de expertos económicos. Añadió que encajan en el Programa Verde Europeo y que están ligados a los principios de sostenibilidad, innovación y economía circular, por lo que aspiran a conseguir importantes fondos europeos, así como socios privados para lo que la Xunta considera que estos proyectos tienen el suficiente atractivo como para captar sus inversiones.

El anuncio, en todo caso, se produce a menos de un mes para las elecciones gallegas, lo que el desarrollo de los proyectos -que se realizaría a lo largo de este año y del próximo- quedará para la siguiente formación de la Xunta.

Una de las iniciativas de mayor calado es la que busca fabricar viscosa sostenible a partir de la celulosa de madera -aunque en su fabricación también existen otras materias primas como residuos biológicos de la alimentación, agrícolas y forestales- para su posterior uso en la industria textil.

Este proyecto pretende además impulsar una explotación sostenible del monte, fomentar la biodiversidad forestal y cerrar el ciclo del aprovechamiento de la madera en Galicia mediante, eso sí, procesos de certificación que garanticen la etiqueta "verde". Esta planta tendría un consumo de 1,5 millones de metros cúbicos de madera al año y permitiría la gestión forestal sostenible de entre 100.000 y 150.000 hectáreas de monte con biodiversidad, generando unas 250.000 toneladas de fibra de celulosa sostenible anuales, precisó el conselleiro de Medio Rural.

La planta de hidrógeno sería, con una potencia de 50 megawatios, la más grande de Europa. Dado que para su producción -a partir del agua- se utiliza la electrolisis y el consumo de electricidad supone el 50% de los costes, se recurriría a los excedentes de la energía renovable que se produce en Galicia. Con esta planta se producirían 5.100 toneladas anuales de hidrógeno que podrían abastecer una flota de 630 camiones de pila de combustible durante un año y reducir las emisiones equivalentes a plantar más de 2 millones de árboles.

"Con esta iniciativa, Galicia tiene una oportunidad para posicionarse en la generación de hidrógeno verde como combustible ecológico y factor de competitividad para el tejido industrial gallego, además de impulsar la descarbonización", detalló Francisco Conde.

El tercer "proyecto tractor" recibe el nombre de "centro de impulso de la economía circular" y consiste, básicamente, en producir biogás y fertilizantes a partir del purín que produce el ganado, pero que no se utiliza en los campos por las propias explotaciones -unos 25 millones de toneladas al año-, además de reciclar los residuos plásticos y textiles. Una iniciativa similar ya estaba prevista en una ley de la Xunta que se quedó sin tramitar y que preveía construir nueve plantas de este tipo en una década.

Los tres proyectos se presentaron como muy consolidados, pero Feijóo esquivó dar algunos datos fundamentales para calibrar su envergadura. Como la inversión necesaria para sacar adelante estas tres fábricas, su impacto económico en la comunidad autónoma y en el empleo, el esquema de financiación o la fórmula empresarial que se utilizará para sacar adelante estas iniciativas.