Arranca en Galicia la campaña electoral más atípica por celebrarse en julio, nunca los gallegos habían sido citados a las urnas en verano, y en plena pandemia sanitaria. Las encuestas sitúan como favorito a Alberto Núñez Feijóo, que podría lograr su cuarta mayoría absoluta en un país donde los gobiernos en solitario ya son rara avis. También apuntan a una reordenación de las fuerzas de la izquierda, con el desplome de Galicia en Común y un trasvase de votos que se disputan PSdeG y BNG. La incógnita es cuánto se acercará en su ascenso la formación de Ana Pontón al partido de Gonzalo Caballero, o ¿el PSdeG con el hundimiento de los herederos de En Marea tiene opciones de reforzarse como segunda fuerza?

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Una de las máximas incertidumbres del 12-J en Galicia es la participación, y según se animen a votar o no los gallegos, los resultados pueden ser muy diferentes. Si persisten los rebrotes, o si se recrudecen, pueden perjudicar la llamada a las urnas, y sobre todo entre los más mayores, que son los más vulnerables a los contagios. Si de aquí al día 12, la situación sanitaria empeora, los populares se echarán a temblar. El miedo es libre y son muchos los pensionistas, caladero de votos del PP gallego, que ese día por temor a un contagio, pueden quedarse en casa. Falta por saber si la campaña para favorecer el voto por correo ha tenido efecto.

Además, la pandemia sanitaria y la crisis económica que trae consigo son la prioridad absoluta de la ciudadanía. La encuesta del CIS revela que seis de cada diez gallegos están poco o nada interesados en las elecciones autonómicas. También apunta que ocho de cada diez gallegos da por hecho que el PP se mantendrá al frente de la Xunta, aunque son el 34% los que quieren ver de nuevo a los populares manejando el timón autonómico.

Los partidos lo darán todo durante las dos próximas semanas para animar la participación. La movilización será fundamental ya que el sondeo del CIS apunta que el 42% de los gallegos decide su voto durante la campaña y el 55% varía de papeleta según le convenza en cada ocasión un partido u otro.

| Feijóo va a por su cuarta mayoría absoluta y repetir el récord de Manuel Fraga

El líder del PP gallego puede lograr una proeza el 12-J. De ahí el vértigo que debe sentir: lograr su cuarta mayoría absoluta, emulando a Manuel Fraga, pero con la diferencia de que el fundador del PP gestionó la Xunta en la época de las vacas gordas, cuando llovía dinero de Europa, pero al político de Os Peares le ha tocado lidiar con la crisis económica de 2009 y cuando Galicia empezaba a recuperarse se enfrenta a una crisis sanitaria y económica de dimensiones todavía desconocidas. Feijóo llega a las elecciones, según las encuestas, en mejor situación que en abril, cuando se iban a celebrar inicialmente. La pandemia no le ha desgastado. No ha cometido grandes errores y le ha acompañado la suerte: la posición periférica de Galicia permitió que el virus apenas circulara cuando se declaró el confinamiento. A diferencia de Madrid, en la comunidad gallega no hubo colapso del sistema sanitario y sí hubo tiempo para hacer acopio de material. En todo caso, no será fácil. En 2016, Feijóo necesitó el 47, 53% de los votos para imponerse.

| Caballero intenta tomar distancia con el BNG y superar a Leiceaga

Las elecciones generales del 28 de abril de 2019 alimentaron las esperanzas del PSdeG de que el cambio era posible. Entonces, los socialistas superaron en votos y escaños a los populares gallegos. Los comicios se repitieron en noviembre y la situación mudó. Por unas décimas, el PP gallego recuperaba la primera posición y empataba en actas con los socialistas. Desde abril de 2019, Gonzalo Caballero, que se estrena como candidato a la Xunta, sueña con ser él quien doblegue al hasta ahora invicto Feijóo. Pensaba que el viento a favor de tener a Pedro Sánchez en Moncloa le empujaría hasta San Caetano, pero los claroscuros de la gestión del Gobierno en la pandemia le pueden restar. Los sondeos apuntan que el vuelco en Galicia está muy difícil. En ese caso, Caballero necesita reforzarse como alternativa al PP. En 2016, el PSdeG empató en escaños y perdió en votos frente a En Marea. Las crisis internas del espacio de la confluencia permitieron al PSOE erigirse en segunda fuerza. Es el momento de dejar claro quién es la alternativa al PP. Así que debe despegarse y tomar distancia respecto al BNG, que puede amenazar su liderazgo. En clave interna, debe superar el resultado de Xaquín Fernández Leiceaga (14 escaños), lo cual es posible, según los sondeos. La duda es si podrá mejorar o acercarse al resultado de Manuel Pachi Vázquez (18 actas).

| Pontón, ante el reto de duplicar representación

Los votantes pródigos del BNG parecen que vuelven a casa tras la rebeldía de irse con En Marea. El Bloque cimenta su recuperación electoral en la crisis del proyecto de la confluencia, que se desploma por la sucesión de tensiones y fracturas de los últimos cuatro años. Los sondeos pronostican que la formación frentista está en condiciones de al menos duplicar escaños y pasar de seis a doce. Ana Pontón, en su segundo intento como cabeza de cartel, aspira a dar el sorpasso a Caballero y erigirse en alternativa al PP gallego dentro de cuatro años . Quiere emular a Xosé Manuel Beiras, que en 1997 logró con 18 escaños arrebatar la segunda plaza al PSOE.

| Galicia en Común y el desafío de contener la caída

Ni teniendo a Pablo Iglesias de vicepresidente del Gobierno ni a la ferrolana Yolanda Díaz como ministra de Trabajo, se detiene el desplome de Galicia en Común, la coalición de Podemos, EU, Anova y las mareas. La fuerza que en 2016 jugaba a disputarle la Xunta al PP gallego hoy está en caída, y el CIS apunta que puede pasar de 14 escaños a 4 o 6. ¿Por qué? Porque en los últimos cuatro años fueron noticia por sus crisis y fracturas, no por sus propuestas para el país y porque en el último momento eligieron a un cabeza de cartel, el coruñés Antón Gómez-Reino, que no ha tenido tiempo de darse a conocer ni a perfilar su estrategia y proyecto. Gómez-Reino tiene escaño en el Congreso y su acción política estaba focalizada en Madrid. Tampoco ayuda que sus excompañeros de En Marea concurran a los comicios (Marea galeguista), aunque, según el CIS, sin opciones de escaño.