Si alguien quita el sueño a Pablo Casado, líder del PP, es Vox y Ciudadanos, que irrumpieron en la escena estatal para vaciar las sacas de votos de los populares. No comparte preocupación Feijóo. El partido naranja y la formación de Santiago Abascal no han logrado hasta el momento hacerse un hueco en la comunidad, y según los sondeos volverán a pinchar en hueso el 12-J.

Ni Cs ni Vox encuentran su sitio, y ese es también un mérito del PP gallego, que monopoliza el espacio de centroderecha.

Además Cs, que presenta como candidata a la periodista viguesa Beatriz Pino, llega a la cita con las urnas en horas bajas. Su ascenso, al carecer de implantación, tendría que venir apuntalado por el proyecto estatal, pero éste en abril pasó de 57 a 10 diputados en el Congreso. Está por ver si el giro de Inés Arrimadas, tras la dimisión de Albert Rivera, buscando acuerdos con el PSOE le da réditos.

Tampoco termina de calar en Galicia el discurso de Vox. Sus críticas tildando de nacionalista a Alberto Núñez Feijóo chirrían entre el electorado conservador de la comunidad. Carece de estructura en Galicia y su campaña se basa en el desembarco de los dirigentes estatales durante las dos próximas semanas. No tiene candidato a la Xunta. Aspira a tener presencia en el Parlamento para "vigilar" a Feijóo.