La dimensión de la pandemia causada por el coronavirus obligó a suspender las elecciones autonómicas inicialmente previstas para el 5 de abril. La crisis marcó ayer un debate inédito por el contexto en que se produjo.

La falta de concreción en los debates televisivos rígidos como el de ayer se incrementó a la hora de abordar la coyuntura actual y, sobre todo, las respuestas para los próximos meses. Apenas hubo una referencia de rondón a los fondos europeos que podrían llegar a Galicia (alrededor de 8.000 millones de euros) procedentes de la Unión Europea y pocas a los impuestos. La Xunta de Feijóo ha congelado el cobro hasta noviembre, pero todo parece indicar que los ERTE y demás ayudas deberán financiarse.

El socialista Gonzalo Caballero, que defendió el "escudo social" del Gobierno central, tampoco se refirió a esa peliaguda cuestión. Feijóo defendió que la "anticipación" de la Xunta ante la pandemia salvó decenas de vida. Citó de ejemplo el cierre de colegios tres días antes de que se decretase el estado de alarma. La izquierda centró menos argumentos en la respuesta económica que en criticar la respuesta sociosanitaria de la Xunta, salvo la defensa de los ERTE por parte de Caballero y de Gómez-Reino, que sacó a colación varias veces a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

El candidato de En Común, al igual que Ana Pontón y Pancho Casal, abogaron por un modelo únicamente público en las residencias y cargaron contra la tardanza en actuar en estos centros y en la negativa de la Xunta a abrir los centros de día.

Soluciones para Alcoa

El cierre de Alcoa se coló también en el debate. Los candidatos de PSdeG, BNG y Galicia en Común apostaron por la intervención pública de la planta de San Cibrao inmersa en pleno proceso de despido colectivo de más de 500 trabajadores. "Durante estos once años Alcoa no cerró. Ahora, con este tridente (en alusión a PSdeG, BNG y Galicia en Común) Alcoa cierra y no estoy dispuesto. Alcoa es una cuestión fundamental", respondió Feijóo.