Los debates electorales parten de una premisa similar al del juego de la silla: evitar ser eliminado. En la mayoría de ocasiones, los candidatos optan por una estrategia que impida grandes pifias que ensombrezcan cualquier momento brillante, recordando que un regate con caño incluido queda muy bonito, pero no vale nada ante un gol en propia meta.

Desde ese punto de vista, el de momento único debate de cara a los comicios del próximo 12 de julio, emitido por la TVG el lunes, se saldó sin que los principales líderes saliesen muy lastimados, según los expertos consultados, que echaron en falta medidas más concretas de sus programas.

Alberto Núñez Feijóo, candidato del PP a revalidar la Presidencia de la Xunta, y Ana Pontón, líder del BNG, son señalados como los vencedores, aunque los dos bloques en liza consiguieron dejar claros sus mensajes: Feijóo quiere gobernar solo y PSdeG, BNG y Galicia en Común se entenderán sin lugar a dudas, coinciden Xosé Ramón Pousa, decano de la facultad de Ciencias da Comunicación de la USC; Paulo Carlos López, profesor en Ciencias Políticas de la USC; Pablo Vázquez, doctor en Comunicación Política y director de Atalaya Comunicación; y José Rama, profesor de Método Cuantitativo de Ciencia Política en el Kings College de Londres. Varias docentes de la USC rechazaron analizar la puesta en escena de cada candidato en el debate electoral del lunes.

Las preguntas:1 ¿Quién ha ganado el debate y por qué?2 ¿Cuál sería el 'ranking' de beneficiados?3 ¿Cuáles han sido el mejor y el peor instante de cada candidato?Pablo Vázquez Sande - Doctor en Comunicación política"Feijóo fue de menos a más y la alternativa al PP consiguió visualizarse"

1. La ganadora ha sido Ana Pontón porque fue la que utilizó un tono más acertado y adecuado a las circunstancias, al combinar una cierta agresividad para su parroquia con uno más comedido en la búsqueda de un votante más moderado. Además, consiguió visualizarse como la alternativa a Feijoo ante un Caballero que se mostró mucho más bronco y, como tal, menos presidenciable.

2. La más beneficiada fue Pontón, seguida de Beatriz Pino (Cs) y Antón Gómez-Reino (En Común), que supieron encontrar su espacio y colocar su discurso pese al hándicap de partir de una posición mucho más desconocida.

3. Feijóo: fue de menos a más; solo en la recta final mostró las tablas que acumula en el debate. Donde menos afortunado estuvo fue en el minuto de inicio, que, de alguna manera, marcó la percepción de los espectadores del resto del encuentro. Pancho Casal (Marea Galeguista): su intervención pasó bastante desapercibida, aunque en el minuto final el recurso a ese storytelling hablando de su nieta Manuela puede que fuese de lo más acertado a la hora de empatizar con un público más veterano. Caballero: lo mejor de su discurso es que fue el más reiterativo, lo que a priori podría servir para una mayor retención de los mensajes por parte del público. Lo menos afortunado es el terreno que cedió a Ana Pontón a la hora de visibilizarse como alternativa, así como sus interacciones constantes con el candidato de Vox, al que dio protagonismo. Pontón: en líneas generales fue quien supo llevar mejor el debate al integrar propuestas con una dura crítica a Feijoo. Aun así, en alguna ocasión, su lenguaje no verbal, en ocasiones encasillado o exagerado, podía restar algo de atención a su discurso. Gómez-Reino: además de las interpelaciones directas a Feijoo (consiguió provocarlo), destacaría su capacidad de llevar la temática del discurso al territorio gallego, a diferencia de Pino y Morado. En el polo opuesto, dio en ocasiones la impresión de subyugación ante los candidatos de PSdeG y BNG. Pino: uno de sus mejores momentos fue la primera intervención del primer bloque, con un discurso en apariencia sentido. Sin embargo, conforme avanzaba el debate se fue diluyendo. Ricardo Morado (Vox): lo mejor fue su capacidad de provocar a sus rivales y conseguir protagonismo; lo peor de su intervención fue la incapacidad de aterrizar los temas en Galicia a nivel discursivo, evidenciando una cierta desconexión con la realidad gallega.

Paulo Carlos López - Profesor de Ciencias Políticas e Sociais"Pontón fue contundente en la crítica y moderada en las formas"

1. En general, creo que ninguno de los candidatos ha ganado con claridad. Si tuviera que escoger, y teniendo en consideración cuál es el objetivo de un debate (tensionar a los tuyos e intentar convencer a algún indeciso), la que más ha destacado ha sido Ana Pontón por tres razones: su identificación con el partido es plena; ha sido capaz de sintetizar las propuestas sin olvidarse de las necesarias apelaciones al componente emocional del discurso; ha sido contundente en la crítica, pero moderada en las formas.

2. Por orden de mejor a peor: Pontón, Feijóo, Caballero, Pino, Gómez-Reino, Morado y Casal.

3. Feijóo: el mejor momento, al final del debate, cuando aludió a su ya clásica dicotomía "o yo o el caos", pero que funciona muy bien entre su electorado; el peor momento, cuando se habló de la crisis del Covid y la inexactitud de los datos. Tuvo que referenciar a las noticias de un medio de comunicación, que no es un organismo oficial. Casal: el mejor momento, cuando dejaba de mirar los papeles y hablaba con más naturalidad, interpelando directamente al resto de candidatos, como hizo con el de Vox al referirse a Castelao; lo peor, su intervención inicial, desordenada, leída y sin un mensaje claro. También su intervención final, apelando a su nieta que bien podría ser la niña de Rajoy. Gonzalo Caballero: lo mejor, cuando formuló sus posiciones en el bloque económico; lo peor, introducir forzadamente a Vox en el debate. Pontón: lo mejor, su primera y última intervención fijando claramente la idea de que el BNG puede liderar una alternativa a Feijóo; lo peor, hubo momentos entre el segundo y tercer bloque que estuvo algo desaparecida. Pino: lo mejor, la llamada de atención a la gesticulación de Caballero; lo peor, la cuarta o quinta vez que hacía referencia a las papeletas de las elecciones europeas del BNG. Recordó a los debates de Albert Rivera. Gómez Reino: los mejores momentos, aquellos en los que hablaba del acuerdo entre fuerzas progresistas; lo peor, cuando intentó hablar como Pablo Iglesias y sus citas reiteradas a Yolanda Díaz. También cuando le dijo a Feijóo que se su objetivo era irse a Madrid cuando él diputado en Madrid. Morado: lo mejor, cuando habló de medidas concretas; el peor momento, el de intentar trasladar un debate artificial a Galicia, hablando de pin parental o "gobiernos socialcomunistas"; o cuando leyó el fragmento de la obra de Castelao.

Xosé Ramón Pousa - Decano de Ciencias da Información"Feijóo ganó por las tablas que tiene y porque el formato le benefició"

1. Ganó Feijóo, aunque estuvo por debajo de su nivel. Ganó por tablas, por experiencia y por la valentía política de desprenderse de sus siglas. Pero, sobre todo, porque le configuraron un marco a su medida, introduciendo dos fuerzas extraparlamentarias que destacaron el papel "heroico" del que se defiende contra todos y agudizaron la imagen confusa de tanto partido que por sí solo no es capaz de gobernar.

2. Las notas serían:

Feijóo, 7; Caballero, 6; Pontón, 6; Gómez-Reino, 4; Pino, 4; Casal, 3; y Morado, 1.

3. Feijóo: el mejor fue atribuir al pueblo gallego lo más positivo de la gestión de la crisis sanitaria y eludir las responsabilidades del PP en los recortes sociales. El peor: exceso de confianza y cierta incomodidad en el debate. Caballero: lo mejor fue dar la imagen de que es posible una alianza de izquierdas para un gobierno de progreso en Galicia y postularse como líder. Lo peor: exceso de defensa innecesaria del Gobierno central. Pontón: lo mejor fue dar imagen de que es posible una alianza de izquierda para un gobierno de progreso y que la líder puede ser ella misma, dando al mismo tiempo imagen de sintonía con Caballero. Supo transmitir firmeza, convicción y diálogo. Lo peor: excesiva moderación en contraste con la imagen de sus siglas. Gómez-Reino: lo mejor, el balance de la crisis económica y social, especialmente en el caso de Alcoa. Fue hábil analizando la imagen de Feijóo y la relación entre sus gafas y la mentira. Lo peor: demasiado apoyo en Podemos y cierto olvido de los apoyos nacionalistas. Casal: lo mejor, la petición de la derogación del decreto del plurilingüismo y la defensa de Castelao ante Vox. Lo peor: cierto distanciamiento de otras fuerzas de izquierda. Pino: lo mejor, su capacidad para llamar la atención, concretamente la escenificación contra los peajes en la AP-9, aun siendo contradictorio con los votos de su partido. Lo peor: contradicciones entre su postura y su fuerza. Morado: lo mejor, situar a Feijóo como líder del nacionalismo gallego e intentar colocar a Voz en un escenario (autonómico) que combaten. Lo peor: un líder marciano descontextualizado.

José Rama - Prof. de Met. Cuantitativo en el Kings college"Caballero fue demasiado incisivo y Gómez-Reino, no lo suficiente"

1. El debate cumplió con las expectativas, los partidos de oposición se lanzaron claramente a intentar derribar a Feijoo. La más creíble resultó ser Ana Pontón, quien empleó un discurso directo, basado en su experiencia al frente de la oposición y que buscó erigirse como la alternativa real. Con todo, Feijóo demostró gran solvencia en el debate, apuntando políticas, medidas y cifras concretas sobre su gobierno.

2. El gran beneficiado del debate electoral fue Núñez Feijoo. El formato de debate, en el cual entraban todas las opciones partidistas, incluso Vox y Ciudadanos, que no tienen representación en el Parlamento, mostró un batiburrillo de fuerzas que tendrían que ponerse de acuerdo para formar una alternativa al PP gallego. El presidente de la Xunta fue muy claro en este sentido: el único con un programa electoral que podría aplicarse el 13 de julio es Feijoo. Por su parte, la candidata de Cs, aunque llamó en demasiadas ocasiones al consenso y a buscar el centro, y pese a que no aportó muchas medidas concretas, significó una notable mejoría con el papel del partido en el debate de hace cuatro años.

3. Feijoó: hizo una defensa solvente de cómo gestionó la crisis de la Covid-19, en la que Galicia ha resultado una de las comunidades menos afectadas. Tuvo un debate tranquilo, aunque por momentos no supo evitar la confrontación, que en nada le beneficia. Caballero se mostró demasiado inquisitivo, un tanto nervioso e incisivo y se dedicó a confrontar con Vox en temas que no son principales en la arena electoral gallega. Este choque lo aleja de situarse como el candidato a reemplazar a Feijóo, que es con quién debería de haber buscado confrontar. Gómez-Reino no fue lo suficiente incisivo y terminó por quedar mezclado en un discurso muy similar al de Pancho Casal. Pontón sí tuvo momentos lucidos en las que demostró su experiencia parlamentaria. El candidato de Vox se limitó a repetir consignas que vienen desde la dirección nacional y que están muy alejadas de la realidad gallega, mientras que Pino, aunque con un tono conciliador, mostró más ruido que nueces, y aportó pocas medias concretas.