El Partido Popular incrementaría su apoyo electoral en la provincia de Pontevedra con respecto a los anteriores comicios, pero esa subida de casi tres puntos para llegar al 45,5% sería insuficiente para mover el actual número de escaños. Así que seguiría, si se confirman los resultados de esta encuesta, con la misma representación y mantendría los once diputados. Su cabeza de cartel por la circunscripción es el propio Alberto Núñez Feijóo.

Los cambios, por tanto, se producirían en las demás formaciones políticas, que además serían notables. El desplome de los herederos de En Marea -tanto Galicia en Común como Marea Galeguista- sería brutal y de su declive se beneficiarían tanto el PSOE como, todavía en mayor medida, el BNG. Marea Galeguista no tendría absolutamente ninguna opción porque la intención de voto se queda en un minúsculo 0,7% y Galicia en Común conseguiría un único escaño. Nada que ver con los cinco diputados logrados por la izquierda rupturista en los comicios de 2016, cuando bajo las siglas de En Marea se hicieron con cinco actas en el Parlamento y además fueron la segunda fuerza más votada en la provincia, únicamente por detrás del PP, con el 21,7% de apoyo en las urnas.

Ahora, Galicia en Común solo obtendría el respaldo del 6,3% de los votantes, quedando en cuarta posición, muy lejos del BNG, que con el 19,8% de respaldo, se aúpa al tercer lugar, intercambiando sus posiciones con respecto a 2016.

Son los nacionalistas los principales beneficiados del desplome del rupturismo, puesto que pasarían de dos a cinco diputados a su costa. La razón es que, según la encuesta, el 37,3% de los votantes que en los anteriores comicios se decantaron por En Marea, ahora se pasarían al Bloque.