La Xunta adjudicó el pasado año casi un centenar de contratos para el transporte regular de viajeros en Galicia. Las concesionarias disponían de un plazo para acreditar los requisitos técnicos y la antigüedad media de sus vehículos, pero en medio se cruzó la pandemia del Covid-19. La paralización de la actividad económica, con "fuertes limitaciones en los sistemas de producción y en la comercialización de bienes" , hizo "inviable" el cumplimiento de las condiciones asumidas por las empresas en los contratos. Y, de ahí, que la Consellería de Infraestruturas haya decidido ampliar el plazo para que las compañías acrediten que cumplen con los parámetros de renovación de la flota -tendrán un año más, hasta agosto de 2021-y también para la incorporación de los sistemas tecnológicos exigidos como la central de seguimiento por GPS de los autobuses o los lectores de las tarjetas monedero para lo cual dispondrán hasta noviembre de este año (seis meses más).

Las empresas de autobuses de los 98 contratos adjudicados a finales del pasado año disponían hasta agosto de 2020 para registrar su flota de vehículos conforme a las condiciones acordadas con la administración referentes tanto a la antigüedad media, la accesibilidad, el cumplimiento de bajas emisiones además de otras mejoras en la calidad y la seguridad de los autocares.

La antigüedad media de la flota debe ser de diez años y ningún vehículo debe tener más de 16 años. Además, los autobuses deben estará adaptados para su uso por parte de personas con movilidad reducida.

Las concesionarias deben inscribir sus autobuses, cuando se ajusten a todas estas condiciones fijadas en los contratos, en la Lista de Vehículos Activos para poder prestar el servicio. Pero la pandemia de coronavirus impedirá cumplir el plazo máximo inicialmente previsto que se situaba en el próximo mes da agosto.

Por esta razón se amplía un año, hasta 2021, el horizonte para acreditar la renovación de la flota, según consta en la resolución publicada por la Consellería de Infraestruturas en el Diario Oficial de Galicia hace unas semanas.

Pero también se dará más margen a las compañías para instalar los sistemas tecnológicos requeridos para prestar el servicio.

Los autocares deben contar con un Sistema de Ayuda a la Explotación (SAE), que consiste en un centro de control que permite hacer un seguimiento en tiempo real de los autobuses lo que permitirá a los usuarios conocer cuánto falta para que llegue el autocar, por ejemplo. A través de esta herramienta también se gestionan los servicios bajo demanda para saber en qué parada hay viajeros que recoger.

Los autobuses deberán disponer también de equipos de monética, que son las máquinas para pasar tanto la Tarjeta Metropolitana como la Tarjeta Xente Nova, que permite viajar gratis a los jóvenes.

Y, por último, las concesionarias deberán disponer de un sistema de remisión automática de información a la Xunta donde consten todos los usuarios y billetes vendidos y permita así realizar el cálculo de las compensaciones por la explotación del servicio cuando corresponda.

Todas estas herramientas tecnológicas tenían que estar ya instaladas en mayo, pero cumplir este plazo no fue posible y la Xunta decidió dar de margen hasta noviembre de este año para adaptar los autobuses.

Pruebas

A la paralización económica se añadieron "las dificultades en los procesos administrativos para la adscripción de los vehículos en el registro de la Xunta y la realización de pruebas, así como la comprobación del correcto funcionamiento de los sistemas tecnológicos.

A pesar de la ampliación de plazos, desde la Consellería de Infraestruturas aclaran que son "máximos", es decir, que no tienen por qué agotarse los tiempos y señalan que algunas concesionarias estaban ya muy avanzadas con estos trabajos antes de la pandemia y podrán cumplir con las condiciones formuladas en los pliegos en poco tiempo.

A estos 98 contratos que se adjudicaron a finales de 2019, se sumó la licitación este año de otras 29 concesiones que estaban pendientes, pero a las que ya no afectan estos aplazamientos, pues de hecho todavía no han sido adjudicadas.