"Si estoy enfermo, no me llevéis a un médico sin experiencia. Llevadme al hospital público de A Coruña, donde hay médicos con experiencia". Con este símil, Alberto Núñez Feijóo defendió ayer en la mitin central del cierre de la campaña en la ciudad herculina la necesidad de que los gallegos opten por su papeleta, la del PP, para continuar al frente de la Xunta y afrontar con mayores garantías las "incertidumbres" generadas por la pandemia de Covid-19, que amenaza con una crisis económica y social sin precedentes después de someter a la sanidad pública al mayor "test de estrés posible". No se quedó ahí para hacer valer sus 11 años como presidente, pues presumió de gestión sanitaria al recordar que Galicia fue la primera comunidad en entrar en la "nueva normalidad", sino que se comparó con Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y líder del PSOE, que ayer no pudo cerrar la campaña gallega por una avería de su avión. " Tengo más experiencia que el que está en Moncloa, llevo más tiempo solucionando problemas", proclamó ante el aplauso de alrededor de 900 personas.

Las elecciones convocadas para mañana no se leerán solo en clave gallega, pues, con las vascas, son la primera cita con las urnas tras la aparición del coronavirus SARS-CoV-2, por lo que las respuestas de cada administración pesarán lo suyo en la decisión de cada elector. Por eso, Feijóo reiteró la importancia de esta cita. Si gana, el PP estatal recibirá un balón de oxígeno, además de que él igualará las mayorías absolutas de Manuel Fraga, y el PSOE de Sánchez, así como Unidas Podemos, recibirán un varapalo. "Si en 2016 había razones [para votar al PP], os puedo asegurar que ahora hay más", clamó el candidato popular en un mitin en A Coruña, la sexta parada del día antes de Ferrol. Antes ya había visitado Santiago, Pontevedra, Vigo, Ourense y Lugo.

El popular realizó una nueva apelación a que gobierne la lista más votada mediante su promesa de no continuar en la Xunta si no "gana" los comicios, pese a que su partido gobierna Madrid o Andalucía siendo segunda fuerza. El motivo de su alegato radica en la "unidad" del PP frente a la guerra de siglas que dibuja como alternativa, en alusión al "multipartito de diez partidos" que supondría una alianza de PSdeG, BNG y la coalición Galicia en Común.

Si esa alianza suma más escaños que el PP, el lunes comenzará en la comunidad gallega, según dijo, "una subasta para ver quién pega más codazos para quedarse una consellería".

Sus ataques no se quedaron ahí, pues reclamó a la población que acuda a las urnas masivamente y se impongan a "aquellos que meten miedo y piden a la gente que no vayan a votar", en alusión a la petición de la oposición de paralizar los comicios en A Mariña de Lugo, donde se levantó ayer el confinamiento general, limitado ahora Burela, por un brote del coronavirus. "Algunos políticos intentan que no vayamos a votar", resumió. "¡Que gane la democracia sobre los que asustan a la gente!", clamó.

En definitiva, dibujó dos alternativas: las recetas del PP que permitieron a Galicia "recuperarse" de la crisis de 2008 o un "experimento" de varios partidos sin experiencia, pese a que PSOE y Unidas Podemos gobiernan el Estado.