La Xunta llevará a cabo un programa para inspeccionar unos 600 muros y taludes de carreteras de titularidad autonómica durante los próximos cinco años. La licitación del proyecto ya ha sido publicado en la plataforma de contratos públicos de Galicia.

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, dio ayer los detalles del concurso para las empresas interesadas en su programa de inspección, valorado en 570.000 euros, con el objetivo de hacer un inventario de riesgos y "conocer el estado real" de esas construcciones.

Vázquez, junto al director de la Axencia Galega de Infraestruturas, (AGI) Francisco Menéndez, explicó en rueda de prensa que el contrato permitirá tener información detallada, realizar inspecciones rutinarias o especiales y acometer las actuaciones preventivas necesarias para aumentar la vida útil de estas estructuras, garantizar la funcionalidad de las carreteras y reforzar la seguridad viaria.

El contrato licitado prevé un importe de 347.000 euros y una vigencia de tres años, con la posibilidad de ser prorrogado durante dos años más contemplando, en este caso, 223.000 euros adicionales. Las empresas interesadas tendrán de plazo para presentar sus ofertas hasta el próximo 14 de agosto.

Según explicó la conselleira, con este contrato se da un paso administrativo más para ampliar las inspecciones que se vienen realizando ya en los puentes y obras de paso de las carreteras autonómicas. Vázquez justificó la necesidad de llevar a cabo este tipo de programas de inspecciones de manera rutinaria y periódica y actuaciones preventivas en los muros y taludes por los costes en obras de emergencia, "que ascendió a los siete millones", apuntó a este respecto sobre las últimas actuaciones.

También destacó que se trata de "garantizar la funcionalidad en las carreteras y la seguridad viaria" y actuar "con prevención y anticipación ante posibles problemas". "Prepararnos mejor ante los riesgos del cambio climático", destacó la conselleria de Infraestruturas e Mobilidade.

En su comparecencia, Ethel Vázquez destacó que en los últimos años la Xunta ha tenido que sufragar con unos 7 millones de euros obras para reparar desperfectos derivados de la precipitación de partes de muros y taludes de algunos puntos de los 5.500 kilómetros de la red de carreteras que administra.

La conselleira advirtió de que las intensas lluvias son el principal factor de riesgo de desperfectos, abogó por "conservar lo que costó esfuerzo construir" y señaló que su programa de inspecciones aspira a que la comunidad pueda estar mejor preparada ante las previsibles consecuencia de un cambio climático que, según los expertos, generará un aumento de los desastres naturales.