Los gallegos depositaron en 2019 un 10,1% más de envases en el contenedor amarillo, respecto a las cifras del año anterior, un incremento superior a la media nacional, que fue del 9,1%, según las cifras presentadas por Ecoembes.

Cada ciudadano de Galicia, según sus estimaciones, separó para su posterior reciclaje 12,9 kilos de envases de plástico, de composición metálica y briks.

El crecimiento se vio igualmente reflejado en el caso del contenedor azul que, en la comunidad, fue del 5,6%: cada gallego separó en origen cerca de 15 kilogramos de envases de papel y cartón.

La proactividad de la población gallega de cara a la separación de residuos hizo que el año pasado se reciclaran en la comunidad un total de 69.570 toneladas de envases de plástico, latas, briks, papel y cartón. En la lectura estatal el recuento se elevó por encima del 1,5 millones de materiales reciclados.

La separación de los residuos domésticos en origen, informa Ecoembes, se ha evitado la emisión de 1,67 millones de toneladas de CO2 y el ahorro de 20,74 millones de metros cúbicos de agua; 6,36 millones de MWh de energía y 1,5 millones de toneladas menos de materias primas. Los mismos datos, que hacen referencia l ejercicio 2019, confirman la tendencia ascendente seguida por la comunidad gallega en materia de reciclaje, explica Ecoembes. Una de las pruebas de ello es que en los últimos cinco años, entre 2014 y 2019, la utilización del contenedor amarillo por parte de la ciudadanía se ha incrementado un 31,3% , un crecimiento que casi se sitúa al mismo nivel que en el vidrio.