"El Gobierno de España debe asimilar el resultado de las urnas. Entender el mensaje del 12-J. Las fuerzas que le apoyan solo tienen una representación del 20% en el Parlamento de Galicia. Debe pensar en Galicia, respetarla y trabajar con Galicia". Este es el mensaje que quiso lanzar ayer el presidente en funciones de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, un día después de revalidar su mayoría absoluta y que el PSOE solo sumara un escaño, que puede perder con el voto de la diáspora, y Galicia en Común, la marca de Podemos en la comunidad, se quedara sin representación en la Cámara autonómica.

Feijóo, ante la Junta Directiva del PP gallego, reprochó de nuevo al Gobierno de Pedro Sánchez la falta de colaboración con la Xunta durante la pandemia sanitaria y una política que "perjudica" la industria forestal, energética y del aluminio de Galicia.

El líder de los populares en la comunidad, que iguala el récord de Manuel Fraga al conseguir su cuarta mayoría absoluta, prometió ser un "aliado leal" y no pensar en intereses partidistas, si el Ejecutivo central no atenta contra Galicia y afronta "los desafíos estructurales que España tiene pendientes".

Feijóo fue claro. Le toca gestionar en este nuevo mandato una nueva crisis económica. "Lo que nos espera no será fácil, pero nunca lo hemos tenido fácil", admitió, al recordar que se estrenó en 2009 como presidente de la Xunta con la crisis del sector financiero. También dijo: "El futuro es incierto y está lleno de sombras". La pandemia sanitaria trae consigo una crisis económica de dimisiones desconocidas. Por ello, el dirigente del PP gallego se comprometió a "controlar la pandemia" y a liderar "la recuperación económica" con la creación de más empleo.

Feijóo reunió a su dirección para "disfrutar " de la victoria electoral y así explicó su éxito. "Los gallegos querían estabilidad, responsabilidad, gestión y sentidiño" y por eso apostaron por el PP de Galicia que en los últimas tres legislaturas ha acreditado su saber hacer, razonó.

El presidente en funciones también defendió que "los gallegos votaron libremente porque se jugaba el futuro de Galicia, y Galicia es su familia". En su razonamiento, aseguró que los electores apoyaron a su partido porque éste ya gestionó una crisis económica, la de 2009, porque ha reforzado la educación y la sanidad públicas y porque ha impulsado "unas políticas sociales potentes" para que ninguna familia en la comunidad "pase penurias", aunque sí , confesó, "dificultades".

Feijóo, durante su discurso, volvió a prometer agotar la legislatura, una legislatura que ya anunció que será la última, y de nuevo se reafirmó en que tomó la decisión adecuada cuando renunció a dar un paso al frente y optar a liderar el PP nacional. "Aquella decisión fue la correcta, por eso estamos aquí, y por eso tampoco olvidaré la enorme victoria democrática del domingo", dijo. "Entendía que si uno no le falla a Galicia, Galicia no lo olvida jamás", remarcó.

Entre aplausos de los suyos, exultantes por la victoria de Feijóo, que puede presumir de la única mayoría absoluta del PP en una comunidad autónoma, el líder del PP gallego calificó de "odisea" el 12-J y recordó que en abril de 2019 en las elecciones generales el PSOE ganó por primera vez en cuarenta años en Galicia. "Había que remontar 17 puntos desde las generales y hemos crecido 18 puntos", aseguró visiblemente satisfecho. "Y lo hicimos en meses y con una pandemia sanitaria y una suspensión electoral por medio y con una campaña, en la que por seguridad, no pudimos desplegar nuestra enorme capacidad de movilización", expuso.