El Parlamento de Galicia vuelve a sus orígenes. Solo lo formarán tres grupos parlamentarios, uno menos que en la anterior legislatura (aunque en el tramo final fueron cinco, con la división de En Marea). El regreso de la clásica trinidad provocará que el hemiciclo reparta una cantidad inferior de dinero entre subvenciones a partidos y complementos salariales. Esta legislatura saldrá más barata a los ciudadanos gallegos, ya que la Cámara se ahorrará cerca de 300.000 euros anuales.

En cada ejercicio, el Parlamento emite una serie de ayudas a los grupos parlamentarios, además de pagar sus salarios. Existe una subvención fija de 9.971 euros al mes, y otra denominada finalista, de 5.898 euros al mes para la contratación de personal propio. Ambas subvenciones son para todos igual. La diferencia está en la subvención variable, que depende del número de diputados. En este caso, la cuantía es de 1. 837 euros al mes por cada miembro.

Con la desaparición del mapa político de las mareas, y en consecuencia de los grupos parlamentarios Común da Esquerda y Mixto, el Parlamento se ahorrará casi 267.000 al año en financiar y sufragar los gastos de las diferentes fuerzas políticas, ya que el último curso entre subvenciones fijas y finalistas los primeros recibieron más de 190.000 euros y los segundos, más de 76.000. En 2019, entre los cinco repartió un total de 2,5 millones.

En otro lado está la retribución de los parlamentarios gallegos. Un diputado raso del Parlamento gallego cobraba hasta ahora casi 5.000 euros al mes en doce pagas. De ellos solo tributa 2.067 euros del sueldo fijo y los 298 de gastos de representación. Los 2.587 euros restantes son para gastos de alojamiento y manutención y no tributan. A otros hay que sumarles diversos suplementos en función de sus cargos. El presidente, el vicepresidente, el secretario y el vicesecretario del Parlamento son fijos, a diferencia del de los portavoces y portavoces suplentes, que dependen del número de grupos de parlamentarios existentes.

Cada grupo parlamentario cuenta con un portavoz en la Cámara. A partir de ahí, y en el inicio de cada legislatura, los partidos negocian el número de portavoces suplentes de cada uno. En el ciclo que acaba de terminar, las mareas tenían dos. Así que el hemiciclo podría economizar 24.000 euros anuales entre los tres: 11.640 y 5.952, respectivamente. Además de los complementos de los presidentes, vicepresidentes o secretarios de cada Comisión, que son de casi 500 y 300 euros al mes.

Otras fuentes de ingresos

Desde 2016, el Parlamento también divide dos millones de euros anuales entre los grupos parlamentarios para gastos corrientes: un 60% depende de los votos directos y un 40% de los escaños asignados. Luego, están las ayudas electorales, que son cada cuatro años: en 2016, los cuatro partidos con representación se repartieron 4,9 millones de euros.