El BNG amaneció con sabor agridulce de la resaca electoral. Con el mejor resultado en la historia de la formación frentista -19 escaños, más del triple que hace cuatro años-, Ana Pontón logró uno de sus objetivos: "hacer historia" al colocar de nuevo a los nacionalistas como la segunda fuerza en el Parlamento con una marca récord. Nunca aceptó un no por respuesta, como repitió en cada uno de sus mítines en la carrera electoral a San Caetano. Y por eso, insistió ayer, no cejará en su empeño por liderar el cambio en Galicia y convertirse en la primera mujer presidenta de la Xunta. "No acabó nada, sino que empieza todo", declaró Pontón tras la reunión de la Ejecutiva nacional del Bloque para analizar los resultados de las elecciones, en las que se hizo con 310.000 votos, 190.000 más que hace cuatro años. Ahora empieza un camino de trabajo como líder de la oposición que tiene una nueva cita en las urnas en 2024 con el objetivo de que la formación frentista sea una "alternativa fortalecida" que permita "abrir un tiempo nuevo".

"Hoy es un día para mirar hacia el futuro, con un proyecto consolidado y una alternativa clara de Gobierno por parte de una organización con experiencia y estructura que vamos a seguir ampliando", destacó la líder del Bloque, tras lo que resaltó que "lo primero son las personas y levantar el país" tras el estallido de la pandemia que ha provocado una crisis sanitaria y económica de dimensiones todavía desconocidas.

Como ya había avanzado en la noche electoral, Pontón insistió en reclamar al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, "un acuerdo de país para la recuperación económica y social". "Este acuerdo de país fue una gran apuesta de la campaña del BNG, pero no sólo eso: era una apuesta de futuro y tenemos la mano tendida para alcanzar ese gran acuerdo para levantar este país, poniendo los intereses de Galicia por delante y haciendo política de altura", destacó. A la espera de conocer que políticas acometerá el reelegido presidente de la Xunta, Alberto Nuñéz Feijóo, Pontón advirtió de que el líder del PP " se equivocaría si utilizase la mayoría absoluta como viene haciendo a lo largo de los últimos años, sin dialogar ni escuchar propuestas". Por ello, le emplazó -"por el bien de Galicia", dijo- que "ésta no fuese una legislación absolutista".

En su intervención, Pontón también quiso dejar un mensaje para el Gobierno de Sánchez, al que advirtió de que "haría bien en escuchar el mensaje de los gallegos", quienes, a su juicio, en los comicios del 12 de julio reclamaron "un trato justo por parte del Estado". Así, se comprometió a hacer "todo cuanto esté en su mano" para trabajar en dicha dirección, reivindicando "el papel de Galicia en el Estado".

Tras pulverizar todas las encuestas, Pontón quiso dar las gracias por su apoyo a "muchísima gente joven que votaba por primera vez y lo hizo confiando en el proyecto del BNG", así como a "muchas mujeres que votaron por el sueño colectivo de que por primera vez hubiese un tiempo nuevo con la primera mujer presidenta de la Xunta".