Los bastones superan a los biberones. El declive demográfico que se agrava año tras año en Galicia ha convertido la comunidad en una tierra con cada vez más jubilados y menos jóvenes: uno de cada cuatro habitantes ya supera los 65 años y en mitad de las comarcas la población de avanzada edad representa más del 30% de su padrón. Lejos de contenerse este camino hacia el invierno demográfico, la pirámide poblacional de Galicia está cada vez más envejecida. La comunidad gallega es la segunda, por detrás de Asturias, con la mayor tasa de jubilados: 202 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 frente al 224 del Principado, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que sitúa el índice medio de España en 125,79. Estos datos colocan la tasa gallega de envejecimiento en máximos históricos, cuatro puntos por encima del registrado en 2019 (198,12)y cuatro veces más que hace 40 años (52,54).

Mientras en España se superó la barrera de los 100 jubilados por cada 19 jóvenes en el año 2000, en Galicia esa tasa se sobrepasó en 1994 (100,51). Desde entonces, la tendencia en la comunidad ha sido al alza ejercicio tras ejercicio, con la excepción de 2012, que se mantuvo sin apenas variaciones al pasar de 181,6 a 181,57 de 2013.

En el análisis por décadas, el mayor salto en la pirámide poblacional de Galicia se produjo en el periodo 1990-2000, con un aumento de la tasa de envejecimiento de 70 puntos (de un índice de 78 jubilados por cada 100 menores en 1999 se pasó a 149 en 2000). En el siguiente decenio el repunte fue de 20 puntos, hasta situarse en 178 en 2010, y en los últimos diez años el aumento fue en 24 puntos.

Las previsiones para los próximos diez años no es nada halagüeña. En 2031, por cada menor de veinte años habrá 2,3 jubilados, cuando en la actualidad la proporción es 1,5 jubilados por gallego con menos de 20 años, según datos del Instituto Galego de Estatística (IGE).

Por detrás de Asturias (con 224 jubilados por cada 100 menores de 16 años) y Galicia (202) se coloca Castilla y León (201), las únicas comunidades que superan la barrera de los 200; es decir, que tienen más del doble de población mayor de 64 años. En el extremo opuesto de la tabla está Murcia (87), la única con un índice de envejecimiento por debajo del 100%, es decir, todavía los jóvenes superan a los jubilados. Le siguen en el ranking de las comunidades menos envejecidas Baleares (102), Andalucía (104), Madrid (casi 111) y Cataluña (más de 117).

Por provincias, Zamora está a la cabeza de canas en su pirámide poblacional (304). En el segundo y tercer puesto de la tabla nacional se colocan Ourense y Lugo, con un índice de 301 y casi 271, respectivamente. A Coruña (193 y Pontevedra, (168) con unos índices de envejecimiento por debajo de la media autonómica son, respectivamente, la décima y decimoquinta provincias con el índice más alto de población envejecida.

En el extremo opuesto, están Almería (84), Murcia (87), Guadalajara (93), Sevilla (96) y Cádiz (99), las únicas provincias que tienen una tasa inferior de jubilados inferior a 100. Es decir los jóvenes superan a la población de avanzada edad.