A la espera de que Bruselas concrete cuánto toca a cada Estado de los fondos agrarios, agricultores y ganaderos dan por hecho que para el periodo 2021-2017 sufrirán un recorte de más del 12%: más drástico en el capítulo de desarrollo rural (casi un 20% menos) que en las ayudas directas de la PAC (-9,6%). En la primera reunión con los consejeros del ramo para analizar la futura programación de estos fondos, el ministro de Agricultura, Luis Planas, cifró en 47.682 millones las ayudas agrarias de la UE: 39.156 millones para el primer pilar (34.181 millones en ayudas directas) y 8.526 millones para el segundo, centrado en desarrollo rural. Si bien todavía se están negociando los reglamentos que configurarán la nueva política agraria, Planas defendió que las partidas se mantendrán en los 47.500 millones asignados para 2014-2020. Sin embargo, el sector agroganadero ya advirtió de un "hachazo" para el rural de más de 800 millones al año, en torno a 150 millones menos para el campo gallego.

Durante el encuentro, el conselleiro de Medio Rural, José González, rechazó de plano el recorte del 10% en las ayudas de la PAC y urgió al ministro a "no dar la batalla por perdida" en lo que se refiere a "conseguir más fondos". González advirtió además de que para el periodo 2014-2020 la PAC suponía el 36% del presupuestos de la UU mientras que ahora pasa a ser un 18%. "Estamos mandando un mensaje a nuestros agricultores y ganaderos de que pierden apoyo presupuestario", cuestionó el conselleiro, al tiempo que recordó que Galicia siempre defendió "una PAC fuerte y bien dotada presupuestariamente".

En su intervención, Planas calculó que el acuerdo final de la PAC podría estar listo para principios de 2021, aunque las nuevas reglas no entrarán en vigor hasta enero de 2023, debido en parte al retraso causado por la pandemia del Covid. El ministro precisó que las cifras globales de la PAC se incrementarán con el fondo de recuperación poscovid, que incluye 7.500 millones en desarrollo rural frente a los 15.000 propuestos inicialmente.

Planas abordó dos de las cuestiones clave que puso sobre la mesa Galicia: la definición del agricultor genuino y el techo máximo de las ayudas directas. El sector agrario en la comunidad reclama que la figura del agricultor genuino excluya a los propietarios que no viven del campo y que el techo de ayudas se fije en 60.000 euros, aunque en este caso el Estado se propone establecer un máximo de 100.000 euros para percibir las ayuda s.