El BNG vivió esta mañana su Día da Patria más distópico, marcado por la ilusión de haber alcanzado su techo histórico con 19 escaños en las elecciones del pasado día 12 y las medidas de seguridad para evitar contagios de Covid-19 que le impidieron abarrotar la plaza de A Quintana.

Su líder, Ana Pontón, abogó por "seguir fortaleciendo" la organización y "sumar más gallegos y gallegas" para ser la alternativa al PP en 2024. Dentro de cuatro años, la portavoz nacional frentista cumplirá dos décadas como parlamentaria, período en el que ha vivido la efímera etapa del bipartito y el declive constante desde 2009. Sin embargo, ahora el BNG se siente fuerte y cohesionado, tras las crisis internas derivadas del cónclave de Amio.

La resiliencia fue reivindicada por Pontón como uno de los valores de su organización. "Estoy contenta por la capacidad que demostramos de rectificar el rumbo, de adoptar nuevas tácticas y nuevas políticas", proclamó ante alrededor de un millar de personas en la citada plaza compostelana. Sus palabras fueron retransmitidas por internet y conectaron con las otras seis ciudades gallegas, donde el BNG descentralizó una festividad que cumple un siglo.

Pontón consideró el 12-J "no un punto de llegada", sino el inicio de la última fase antes de que el BNG logre la Presidencia de la Xunta. Como receta, apeló a la necesidad de situar el nacionalismo como piedra angular frente al centralismo para superar la crisis económica causada por la pandemia de coronavirus. "Galicia tiene los recursos y la capacidad para poder salir adelante. Pero no valen las viejas recetas y hay que apostar por nuevas políticas y hay que apostar, con todal decisión, por defender Galicia", expuso.

Además, aprovechó la coincidencia de su discurso con la presencia de los reyes de España en Santiago para particiapr en la Ofrenda al Apóstol para prometer una lucha contra lo que considera impunidad. "No hay botafumeiro ni incienso que tape la podredumbre de la Casa Real y nos vamos a parar hasta que juzguen a los Borbones por corrupción y ladrones. Somos ciudadanos libres, no súbditos de ningún rey", espetó ante los aplausos de los asistentes, entre los que se leía un mensaje claro: "Galicia non ten Rei".