Pequeños ahorradores que compran una vivienda para alquilarla durante los meses de verano y matrimonios del interior de Galicia o de las comunidades de Madrid y Castilla-León con hijos menores de edad que buscan espacio o viviendas unifamiliares con jardín. Es el perfil de quienes ahora rastrean Internet o patean inmobiliarias en busca de un inmueble como segunda residencia en la comunidad. Las provincias costeras resultan las más atractivas para decidirse a hacer las maletas. En la actualidad, la oferta de viviendas nuevas y usadas a la venta para segunda residencia en la costa gallega alcanza los 8.000 inmuebles, de ellos 4.500 a estrenar, según datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein). La provincia de A Coruña se coloca a la cabeza, con 3.400 pisos de este tipo con el cartel de Se vende -el 42% de la oferta en la costa de la comunidad-. Le sigue con un volumen similar Pontevedra, con 3.200 viviendas para disfrutar de la jubilación, de las vacaciones o poner en arrendamiento en verano. Más reducida es la oferta en la provincia de Lugo para segunda residencia, con 1.400 pisos disponibles.

El Covid ha dado un vuelvo al mercado inmobiliario gallego, colocando las casas unifamiliares o pisos amplios cerca de la playa como principal atractivo para quienes buscan una segunda vivienda. Oleiros, en las Rías Altas, y Sanxenxo, en las Baixas, son los principales polos de atracción. "Son las Marbellas gallegas, las dos tiran del mercado, del turismo y son el epicentro de prácticamente todas las operaciones de compraventa y alquiler de viviendas vacacionales", detalla el presidente de Fegein, Benito Iglesias.

En los escaparates de las agencias de toda Galicia y en portales online, los precios más altos de viviendas en la costa gallega cuelgan en el parque inmobiliario de Sanxenxo, polo de atracción en la comunidad de inversores nacionales y foráneos para segunda residencia. El metro cuadrado en la localidad pontevedresa alcanza los 2.200 euros en este tipo de inmuebles. O lo que es lo mismo, un apartamento de 60 metros cuadrados en Sanxenxo supera los 130.000 euros y una vivienda de 90 metros roza los 200.000 euros. Le sigue en el ranking Baiona, con un coste medio de 1.600 euros el metro cuadrado. Y en el tercer puesto se coloca el ayuntamiento coruñés de Oleiros, con un precio medio de 1.400 euros el metro cuadrado. En este caso, el desembolso por una vivienda de 60 metros cuadrados para poner en alquiler o disfrutar de las vacaciones de verano se sitúa en los 84.000 euros y un piso de 90 metros en torno a los 126.000 euros.

Junto con Oleiros, Sada, Arteixo, Ribeira y Boiro son las localidades más demandadas en la provincia de A Coruña para una segunda residencia. Los precios según la zona de la costa coruñesa difieren hasta un 35% en las localidades con más tirón. Así frente a los 1.400 euros el metro cuadrado en Oleiros, el coste en Boiro se sitúa en los 900 euros, seguido de Ribeira (950 euros), Arteixo (1.100) y Sada (1.200).

En A Costa da Morte, Carnota, Camariñas, Malpica, Fisterra y Muxía son algunos de los municipios más representativos pero, según advierten desde la patronal inmobiliaria, es la zona costera de la provincia donde "más cuesta encontrar propietario a sus segundas residencias, aún con apartamentos a 35.0000 euros, como en Malpica".

La Mila de Oro de las segundas residencias en Galicia se encuentra en las Rías Baixas, con Sanxenxo a la cabeza pese a los precios que doblan e incluso triplican las ofertas para este tipo de inmuebles en otros puntos de la costa gallega. Destaca también el tirón en Baiona (con un precio medio de 1.600 euros el metro cuadrado), Cambados (1.100 euros), O Grove (1.200), A Guarda (800), Cangas (1.300), Bueu (1.400), Vilagarcía (950) o Vilanova (900).

En A Mariña los precios de este tipo de pisos oscilan entre los 1.100 euros de Ribadeo o los 1.050 de Barreiros y los 850 de Burela o los 800 de Viveiro. Su fortaleza es el precio ya que se pueden encontrar apartamentos en la playa a un precio medio de 50.000 euros. Pero el confinamiento de la comarca de A Mariña ha encendido la alerta en un mercado residencial que "pintaba bien" en algunas zonas para este verano, según advierten desde la patronal inmobiliaria. "Ahora es una incógnita, sino se producen más rebrotes y confinamientos, las expectativas son mejores que las que teníamos en abril o mayo", destaca Iglesias.

En cuanto al stock de vivienda nueva, Galicia cerrará el primer semestre con mínimos históricos, por debajo de las 20.000. Aunque los empresarios destacan que esta reducción es un buen indicador , ya que al frenar los excesos cometidos en el boom del ladrillo ofrece una oportunidad de "volver a promover con coherencia según las necesidades de las familias equiparando precios a la renta per cápita", matizan que este descenso en el stock viene marcado por el "resurgir" desde los veranos de 2018 y 2019 de la demanda de vivienda en la costa gallega para su derivación al mercado de arrendamiento de pisos turísticos.

En cuanto a los precios de vivienda nueva, tanto habitual como residencial, se mantienen estables respecto a los últimos meses y también en la comparativa interanual. Pero en el mercado de viviendas usadas -detalla la patronal-se ha corregido precio debido sobre todo a los agresivos descuentos de las viviendas de procedencia bancaria.