Las bonificaciones fiscales en el impuesto de Sucesiones están en el punto de mira del Gobierno central. El Ministerio de Hacienda tiene pendiente la reforma que comenzó a cocinarse la pasada legislatura desde el comité de expertos que trabaja en el nuevo modelo de financiación autonómica, donde propusieron la armonización del tributo que grava las herencias para que todos los contribuyentes paguen. La propuesta del departamento que dirige María Jesús Montero pasa por la aplicación de un mínimo común de tributación en todas las comunidades para así evitar la actual brecha fiscal entre las distintas autonomías. Aunque cada comunidad tenga la capacidad de cambiar los tipos o las deducciones en Sucesiones, con la reforma fiscal tendrían que ceñirse al tipo mínimo y máximo que fijase el Ejecutivo de Sánchez.

En el caso de Galicia, son más de 100.000 los contribuyentes que cada año se benefician de las exenciones aprobadas por Facenda para legados inferiores a 400.000 euros, cuantía ampliada este año al millón de euros, lo que exime al 99,9% de los herederos en la comunidad del pago de Sucesiones.