La pandemia del Covid ha dejado un mapa municipal de inversión en obra pública muy dispar, con ayuntamientos que han metido un fuerte tijeretazo a los proyectos sacados a concurso y otros que, por el contrario, han multiplicado la licitación pese a la crisis sanitaria. El primer semestre del año deja en conjunto un balance negativo para las empresas de la construcción en Galicia, con una caída en los fondos de las administraciones del 8,3% --un total de 490,5 millones frente a los casi 535 millones del mismo periodo del año pasado-. Pero tanto la Xunta como más de medio centenar de concellos -el 16% del conjunto autonómico- han aumentado sus partidas para carreteras, infraestructuras hidráulicas o portuarias entre enero y junio a pesar del impacto económico del coronavirus. A la cabeza de la licitación de obra pública de los ayuntamientos gallegos en la primera mitad del año se coloca A Coruña, con más de 8 millones licitados, el cuádruple que hace un año. En el segundo puesto se sitúa Ribeira, con 6,18 millones, seguido de Santiago (5,53 millones), Ferrol (4,27) y Lugo (4,14), según el balance de la Federación Gallega de la Construcción.

En conjunto, los ayuntamientos gallegos licitaron en estos primeros seis meses obras por 92,8 milles, casi un 40% menos que los 151,22 millones de hace un año. De las cuatro provincias, A Coruña es la única donde los ayuntamientos aumentaron las partidas: casi 55 millones de euros frente a los apenas 48 millones de 2019, lo que supone un repunte del 14,5%. Los concellos de Pontevedra protagonizaron el mayor desplome: -69,2% a l pasar de más de 73 millones a 22,7. En Ourense, la caída en la licitación de obras de las administraciones locales roza el 51% -apenas 6 millones licitados frente a los casi 12 del año pasado-; y en los municipios lucenses, casi un 47% menos -de cerca de 18 millones se pasó a 9,5-, tal y como recoge el boletín de la patronal gallega.

Como en el conjunto de las administraciones locales gallegas, en las ciudades el ritmo inversor no ha seguido el mismo patrón en el arranque del año. Mientras en A Coruña, Ferrol, Santiago y Lugo, las excavadoras tuvieron más carga de trabajo que durante el primer semestre del año pasado; en Vigo, Pontevedra y Ourense la licitación sufrió un descenso. Al igual que el Consistorio coruñés, en Lugo los concursos se cuadruplicaron en relación al ejercicio pasado; en Ferrol se duplicaron y en Santiago llegaron a multiplicarse por cinco.

En la otra parte de la balanza, marcada en rojo en el mapa de la obra pública en la comunidad, está Ourense. La ciudad de As Burgas está en el furgón de cola de Galicia con poco más de 5.000 euros sacados a concurso. Bien es cierto que ya la partida del año pasado tampoco había estado al nivel de otras urbes, con apenas 75.600 euros. El desplome inversor de Vigo le ha hecho caer del primer puesto que había ocupado en los últimos años al octavo, a licitar entre enero y junio obras por un importe de apenas dos millones de euros, un volumen que se queda muy por debajo de los 26,4 millones del mismo periodo de 2019. Y en Pontevedra, en el puesto 11 del ranking autonómico, con 1,68 millones de euros la caída en la inversión supera el 40%.

De la comarca de A Coruña, destaca el volumen inversor de Sada, con 1,56 millones licitados es el duodécimo concello de Galicia con mayor inyección de fondos a obra pública, cinco veces más que los poco más de 428.000 euros del año pasado. Le sigue en la tabla, en el puesto 28 de la comunidad, Betanzos pero con una inversión ya por debajo del millón de euros -más de 754.000 euros, un 31% más que el primer semestre de 2019-.

Entre enero y junio, solo 15 ayuntamientos en la comunidad se han dejado más de un millón de euros en licitación de obra pública, mientras que más de una veintena se ha quedado por debajo de los 100.000 euros de inversión en infraestructuras viarias, portuarias o hidráulicas, entre otras, de ellos 17 no llegaron ni a los 50.000 euros y cinco se quedaron por debajo de los 10.000 euros (Chandrexa de Queixa, Valadouro, Xove, Vilaboa y Ourense).