El Estado ha dejado de ser el motor de la obra pública en Galicia. Si en pleno boom del AVE, el 90% de los proyectos sacados a concurso procedían de la Administración central, ahora es la Xunta la que se ha puesto al timón de la inversión en el sector de la construcción. Seis de cada diez euros licitados durante el primer semestre en la comunidad proceden de las arcas autonómicas: 283,9 millones de un total de 490,53.

En el conjunto de las administraciones, la inyección de fondos a obra pública ha experimentado un descenso en el arranque del año, marcado por la pandemia que golpeó los cimientos, sin excepción, de todas las actividades económicas. Pero la Xunta dio un balón de oxígeno al sector al convertirse en la única administración en Galicia que aumentó las partidas para construir o mejorar carreteras, acometer obras en puertos o en las redes de saneamiento, entre otros. En concreto, un 33,3% más que el primer semestre de 2019.

Del Gobierno central ya apenas llegan el 14% de los partidas para inversión pública en Galicia: 65,6 millones, casi la mitad que los 125,67 millones de hace un año y que supone la cuarta parte de lo sacado a concurso por la Xunta. Los concellos inyectaron 92,8 millones, el 19% del total de obra pública en la comunidad pero un 39% menos que los fondos licitados hace un año.

En la construcción, el estado de alarma decretado el 14 de marzo hizo caer la producción en la comunidad un 40% y la jornada laboral llegó a reducirse a un 80%. Con más 75.000 puestos de trabajo directos, eran 150.000 antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, y que representa el 9% del PIB? llegó a alcanzar el 14%, aunque en los años más duros de la crisis se desplomó al 5%, el sector de la construcción en Galicia aspira a convertirse en palanca de la reactivación económica y del mercado laboral. Las empresas no reclaman ayudas para remontar tras la crisis del Covid, sino inversión en obra pública para cumplir con los pagos.