Uno de cada diez kilómetros de la red viaria en España presenta un estado muy deficiente. Roderas, grietas en las rodadas, agrietamientos gruesos, desintegraciones, deformaciones, grietas, señales con el reflectante caducado, marcas viales borradas por el paso del tiempo y empeoramiento de las balizas de seguridad. Es la radiografía de las carreteras españolas a día de hoy y que no solo compromete la "comodidad, eficiencia y seguridad" de la circulación, sino que además aumenta las emisiones de CO2. Así lo advierte la Asociación Española de la Carretera (AEC) en una auditoría presentada ayer en la que cifra en 612 millones el déficit de la inversión en conservación y mantenimiento en la red viaria gallega de un total de 7.463 millones para el conjunto del país. Este balance coloca a Galicia, con el 8,2% del presupuesto total necesario, como la quinta comunidad con las carreteras más deterioradas.

A la cabeza de las comunidades que necesitan un mayor desembolso para mejorar el estado de su red viaria se sitúa Castilla y León (1.257 millones), seguida de Andalucía (954), Castilla-La Mancha (934) y Aragón (718). En el otro extremo de la tabla, se encuentran La Rioja (148), Cantabria (157), las dos únicas autonomías que se quedan por debajo de la barrera de los 200 millones.

En estado del firme, señalización vertical y barreras de seguridad, las carreteras gallegas suspenden con una nota "deficiente". Solo aprueban, con una puntuación "aceptable", en señales horizontales y en balizamiento -luces y dispositivos que indican cómo se encuentra una vía y si existen obstáculos tales como obras o cortes- No obstante, en estos últimos elementos de seguridad, Galicia presenta la peor nota del país. El grueso del déficit de inversión en mantenimiento de las carreteras gallegas se concentra en el pavimento. De los 612 millones del conjunto de su red viaria, el 93% corresponde al mal estado del asfalto (571 millones). Los más de 40 millones restantes se reparten entre barreras de seguridad (24,9 millones), señales verticales (8,1) y señalización horizontal (7,1).

En el conjunto del país, las carreteras españolas registran un déficit de conservación y mantenimiento estimado en unos 7.500 millones, importe un 5,7% superior al de hace dos años (7.054), según detalla el informe. En el caso de Galicia el aumento en los dos últimos años ha sido del 2,5% -612 millones en 2019 frente a los 597 de 2017-. Esta tendencia al alza hace que la red de carreteras en España se acerque al "nivel rojo", es decir, "muy deficiente", cuando en 2001 era "aceptable".

Según el análisis, en los últimos dos años solo han mejorado las carreteras de La Rioja y Asturias, mientras que en una situación estable se encuentran las de Galicia y Andalucía. Así, el estado del firme en la comunidad gallega logra la misma puntuación que en 2017 -126 puntos, un "deficiente", aunque esta nota mejora la media, que presenta un nivel de deterioro de 131-. Tanto en señales verticales como en barreras de seguridad, Galicia suspende con un 4,6 y 4,7, respectivamente aunque también por encima de la media del país (4,5 y 4,4). Y con un 5 justo aprueba en señalización horizontal y balizas, en estos dos elementos obtiene peor nota que el resto de comunidades (5,4 y 6,4, respectivamente).

AEC advierte de que la falta de una adecuada conservación "está haciendo mella en las infraestructuras viarias españolas", un patrimonio según sus datos valorado en 215.000 millones, que desde 2009 "ha sido ignorado, víctima de los sucesivos y reiterados ajustes en los presupuestos públicos".

¿Las consecuencias? Según enumera la asociación: el estado del firme en España obtiene la peor nota de los últimos 20 años: hay que renovar 374.000 señales verticales; el 72% tiene el reflectante caducado, es necesario repintar las marcas viales en 38.500 kilómetros de carreteras. El balizamiento empeora aunque es el elemento con la mejor nota en la red viaria (6,1 frente al 6,7 de hace dos años). En el conjunto del país, solo han mejorado las barreras de seguridad (de un 4,1 en 2017 han pasado a 4,2).