Cada día la Consellería do Medio Rural elabora un mapa de Galicia donde identifica por zonas el riesgo de incendio y su posible virulencia atendiendo a las condiciones de sequía de los últimos meses, semanas y días -para calibrar el estado de matorrales y pastos y evaluar el volumen de combustible natural existente-, los parámetros actuales de humedad y temperatura y la intensidad y dirección del viento -como elemento propagador de las llamas-. Casi toda la comunidad se encontraba ayer en riesgo extremo o muy alto de incendio, quedando solo la parte norte de Lugo próxima a la costa en nivel bajo o moderado.

De hecho, algo más de la mitad de Galicia estuvo en situación de riesgo extremo, prácticamente toda la provincia de Ourense, el interior de Lugo y A Coruña, la cornisa occidental de Pontevedra y zonas del norte y el sur de A Coruña.

La ola de calor junto con el persistente viento y las escasas lluvias de los últimos meses son factores determinantes para convertir el monte en un polvorín. Y estas condiciones se mantendrán durante casi toda la jornada de hoy, dado que el tiempo apenas sufrirá cambios.

Por otra parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, informó ayer de que en la comunidad se han realizado más de 100 intervenciones y más de 1.000 descargas de medios del Estado en incendios forestales en lo que va de año, lo que representa un tercio de la actividad en España.

En una visita al aeródromo militar de Santiago, en Lavacolla, lugar en el que están situados los medios de destacamento de extinción de incendios forestales del 43 Grupo de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire, Losada precisó que los medios aéreos han participado en la extinción de unos 40 fuegos en toda la comunidad, con una suma total de más de 300 horas de vuelo.