El estado de alerta y el confinamiento han supuesto un zarpazo para el empleo del sector privado. No así, para el público. Las administraciones que operan en Galicia incorporaron 3.100 personas a sus plantillas en el segundo trimestre, cuando más arreciaba la pandemia. En cambio, el sector privado gallego perdió algo más de 35.000.

El empleo público suma así un año al alza en Galicia. Desde los 184.800 trabajadores que tenían la Xunta, el Estado, los concellos, las diputaciones y las universidades a finales de junio del ejercicio pasado a los 192.000 de un año después. Es la segunda cifra más alta desde el pico de marzo de 2012 con 204.900. La primera fueron los 194.700 de hace dos años. En el último ejercicio, el empleo público en la comunidad ha crecido en 7.200 personas, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA).

De esta forma, se frena el recorte en las administraciones gallegas que entre junio de 2018 y junio de 2019 habían destruido casi 10.000 puestos de trabajo. A mitad de 2018, los trabajadores públicos en Galicia ascendían a 194.700. Doce meses después, eran 184.800. El descenso fue de 9.900 personas. Un 5% menos. Hay que retroceder hasta 2017 para encontrar una cifra menor.

Sin embargo, un año después se han recuperado 7.200 de esos 9.900 empleos que se habían perdido. Durante el recorte de esos casi 10.000 trabajadores, los grandes damnificados fueron dos. Por una parte, los que tenían un contrato fijo que protagonizaron todo el descenso del empleo público. Y por otra, los hombres, que absorbieron el 98,9% de los casi 10.000 puestos de trabajo perdidos.

Ahora, la recuperación también tiene dos protagonistas. Por un lado, los hombres que aglutinan el 70% de las incorporaciones (pese a ser minoría en todas las administraciones con el 40% del total) y los contratos indefinidos que suponen casi nueve de cada diez de los 7.200 nuevos.

Tras las 2.100 nuevas incorporaciones de mujeres en el último año, la cifra total de las que trabajan en las administraciones gallegas alcanza las 113.200. Por el contrario, los 5.100 hombres que empezaron o se reincorporaron a una administración gallega dejan el número global en 78.800. La de las mujeres es la segunda cifra más alta de la historia. La primera son las 113.400 de hace diez años.

La diferencia actual entre hombres y mujeres (34.400) en las administraciones gallega está entre las más elevadas desde 2002. Por el contrario, la menor diferencia entre sexos se produjo a principios de 2013 cuando se redujo a 12.100. Desde entonces, casi se ha triplicado.

De los 9.900 puestos de trabajo que se recortaron entre junio de 2018 y junio de 2019, 9.800 estaban ocupados por hombres y 100 por mujeres. Es decir, los hombres absorbieron el 98,9% de los empleos perdidos. La caída de 9.800 trabajadores masculinos supuso el 11,7% del total de este colectivo. El porcentaje de mujeres que trabaja ahora en alguna de las administraciones gallegas es del 59%. Salvo algunas excepciones a comienzos de siglo, la mayor parte de los trabajadores públicos de las administraciones en Galicia son mujeres.

El otro protagonista de la radiografía de la Encuesta de Población Activa son los contratos indefinidos. Entre junio de 2018 y junio de 2019, el número de trabajadores fijos había acumulado cuatro trimestres de descenso y había caído en 10.600 efectivos al pasar de 147.700 a 137.100. Un 7,1% menos. Era la cifra más baja de empleados indefinidos desde mediados de 2009. Este tipo de contratación tocó techo en las administraciones gallegas en marzo de 2009 cuando sumaban 163.600, un 12% más que ahora.

Por el contrario, los contratos temporales, que sumaban doce meses de incrementos -los mismos que habían bajado los fijos- habían aumentado en 800 hasta los 47.700. Era la cantidad más elevada de los últimos ocho ejercicios. La cifra más baja se produjo a mediados de 2013 con 28.900, un 68% menos que ahora.

Pero en el último año, los contratos indefinidos se han incrementado en 6.200. Ocho de cada diez nuevos fueron de este tipo. A finales de junio eran 143.300, el 74% del total. Por el contrario, los temporales han crecido en un millar, hasta los 48.700. Es la tercera cifra más elevada desde los 53.100 de septiembre de 2010. La segunda son los 51.100 del pasado mes de marzo.

Pese al último incremento, el empleo público en la comunidad pierde calidad. Por primera vez en la última década, el porcentaje de contratos temporales en las administraciones públicas gallegas supera el 25% del total (25,5%).

El mayor porcentaje de empleados públicos gallegos con contrato indefinido se dio a mediados de 2013 cuando alcanzó el 83,3%. Es decir, solo un 16,7% de los trabajadores eran temporales. Por el contrario, el menor porcentaje de fijos se contabilizó a finales de 2008 con el 69,7%. Es decir, casi un tercio eran eventuales.