El obligado confinamiento impuesto a partir del 14 de marzo por la aprobación del estado de alarma provocó la práctica paralización de todas las actividades. Uno de los sectores que más acusó este parón fueron las carreteras y las autopistas que se vaciaron de vehículos. Pero ¿cuánto fue el descenso de tráfico durante ese periodo? El Ministerio de Fomento acaba de ponerle números. En los primeros cuatro meses del año, el uso de la AP-9 bajó un 29%, pero el gran desplome se produjo en los meses de marzo y abril. En el primero, la caída fue del 42%, ya que hasta mediados de mes se podía circular con normalidad, y en el segundo, del 77,3%, cuando la movilidad de los vehículos estaba casi prohibida.

En los primeros cuatro meses, la intensidad media diaria fue de 15.257 coches frente a los 21.740 del mismo periodo del año anterior. En marzo, el uso fue de 12.227 al día. El año pasado habían sido casi el doble: 22.125. Pero la gran debacle se produjo en abril. La intensidad media diaria alcanzó solo los 5.440 vehículos. Un año antes habían circulado de media al día 23.698.

En la primera semana con el estado de alarma vigente y con las medidas de confinamiento establecidas, entre el 16 y el 22 de marzo, el parón ocasionado por esta situación excepcional se tradujo en una caída de los usuarios de la Autopista del Atlántico del 68%. Si la intensidad media al día en marzo de 2019 se elevó a 22.125 conductores, esa semana fueron 5.070.

En abril, el tráfico en la autopista AP-9 registró mínimos históricos, con motivo de las restricciones impuestas por el estado de alarma, al reducirse un 89,2% durante la Semana Santa (del 5 al 12 de abril), con respecto al mismo período del año pasado.

Según informó la concesionaria de la autopista, Audasa, la Intensidad Media Diaria (IMD) en esa semana fue de 2.359 vehículos (19.602 menos que en la Semana Santa de 2019). En comparación con la media de todo el año pasado, la reducción fue de un 89,4% (21.821 vehículos menos) durante la Semana Santa.

Pero no solo los meses de marzo y abril afectaron a que el uso de la AP-9 durante el primer tercio del año acabase en número rojos. Aunque con caídas mucho menores, en enero y febrero, cuando aún no había llegado la pandemia, también descendió el tráfico: -0,2% y -0,8%, respectivamente. No fueron grandes caídas, pero siguieron la tónica negativa de finales del pasado año.

El tráfico de la AP-9 siguió al alza en 2019 un año más, pero cada vez a menor ritmo. Durante ese ejercicio, un total de 24.405 conductores utilizaron de media al día la vía que vertebra Galicia de norte a sur. Fue un 1,5% más que el año anterior y la quinta subida consecutiva. Sin embargo, el uso de la autopista se desinfla. El incremento del 1,5% fue el segundo más bajo desde 2007. El menor fue el 0,4% de 2014. Precisamente, ese año rompió la racha negativa de seis descensos consecutivos.

Y por primera vez en los últimos seis años, la autopista encadenó en 2019 dos meses seguidos en los que perdió tráfico. Las caídas fueron mínimas (-0,27% en octubre y -0,19% en noviembre), pero marcaron una tendencia de menor uso de la vía que ya se había advertido durante todo el año y que continuó en el inicio de 2020. A esas dos caídas hay que sumarles las cuatro de este ejercicio, por lo que en los últimos siete meses (excepto en diciembre) el tráfico en la AP-9 fue menor que el año anterior. Hay que remontarse a julio de 2013 para encontrar cuatro meses seguidos en números rojos.

La AP-9, de titularidad estatal, no fue la única que se resintió durante el confinamiento. En las autovías gallegas en régimen de concesión, el tráfico de vehículos se desplomó una media del 73% durante las siete semanas posteriores al estado de excepcionalidad, con picos en días festivos del 91%.