Tras varios días de respiro meteorológico, el sol obligará a poner de nuevo a tope el aire acondicionado, bajar las persianas hasta bien entrada la tarde o a sobrellevar con un buen chapuzón las altas temperaturas que se esperan para hoy. Tal será la subida del mercurio que Galicia estará en alerta por las altas temperaturas, con máximas que alcanzarán los 40 grados. En la práctica totalidad de la comunidad se activará el aviso amarillo por máximas superiores a los 34 grados, mientras que en la zona del Miño en Ourense se elevará a naranja por superarse los 39º. Si ayer los valores en las ciudades gallegas oscilaron entre los 22 grados de A Coruña y los 37 de Ourense, hoy quienes estén en As Burgas tendrán que soportar, a la sombra, al menos 40º, según las previsiones de MeteoGalicia. De media, entre dos y cuatro grados más que los registrados ayer en la comunidad.

El nuevo episodio de calor es fruto de la estabilidad atmosférica y la llegada de aire cálido desde latitudes más bajas, que ya empezó a notarse ayer en todo el país. "Tras dos días de relativo respiro, sobre todo en el tercio norte peninsular, las temperaturas inician un ascenso, tanto de día como de noche, para continuar sin muchas variaciones hasta el fin de semana en la mayor parte de España", detalló ayer Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Así los valores nocturnos serán como los de un día de primavera, en algunas localidades serán casi tropicales: entre los 15 grados de Lugo o los 16º de Ferrol y Santiago y los 19º con los que se dormirá en A Coruña.

Según el Boletín de avisos meteorológicos de MeteoGalicia, entre las 15.00 y las 21.00 horas de hoy el aviso alcanzará el nivel naranja en la zona del Miño en Ourense por temperaturas por encima de los 39 grados centígrados. En la misma franja horaria, el aviso será amarillo en el sur y noroeste de Ourense, así como en Valdeorras, sur y centro de la provincia de Lugo por temperaturas que se quedarán por encima de los 36 grados.

También estará en alerta amarilla por el intenso calor el interior de la provincia de A Coruña y en la zona del Miño en la de Pontevedra por máximas superiores a los 34º.

Consecuencias

Las altas presiones favorecen que el índice de radiación ultravioleta para este periodo se encuentre en niveles muy elevados en la península y Baleares y extremo en Canarias, mientras que el riesgo de incendio es muy alto o extremo en la mayor parte del país, según advierten desde la Aemet.

El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología detalló que el ascenso generalizado de las temperaturas será de entre 8 y 10 grados respecto al martes en muchos puntos del territorio nacional. Mañana, las temperaturas diurnas en la comunidad gallega bajarán entre dos y cuatro grados, retornando a los valores que se registraron ayer. El fin de semana, el mercurio seguirá una tendencia descendente, con valores por el día que en las ciudades se moverán entre los 23º de A Coruña y los 36º de Ourense. Las noches oscilarán entre 15 y los 19 grados.

El último mes de julio fue el más seco en Galicia desde el año 1986, caracterizado por los valores extremos, con temperaturas más altas de lo habitual, especialmente en lo que respecta a las máximas, y durante el que apenas se registraron precipitaciones, según el avance del informe climatológico de MeteoGalicia.

Durante todo el mes la tónica general fue la influencia anticiclónica y la presencia de aire cálido procedente del sur de la Península y del norte de África, situación que explica que la temperatura media se haya situado 2,03 grados por encima de lo normal, con una anomalía incluso más acusada en el caso de las máximas, extremadamente cálidas al superar en 3,03º la media histórica.

El calor fue generalizado en toda Galicia, si bien los datos más anómalos se dieron en la mitad sur. Concretamente, las zonas más calurosas fueron las de O Ribeiro, Verín y Valdeorras, donde la media mensual superó los 34º. Por el contrario, los registros más bajos se concentraron en A Mariña lucense y en A Costa da Morte, comarcas en las que los valores más altos apenas llegaron a los 20 grados.

En cuanto a las precipitaciones, julio fue también extremo, con lugares en los que no llovió durante todo el periodo, siendo la única excepción el primer día del mes, durante el que un frente poco activo dejó a su paso por la comunidad nubes y alguna lluvia débil por la mañana. En concreto, la anomalía media de las lluvias en las estaciones gallegas más representativas fue de un 93% por debajo de lo esperado en esta época del año.