Multas de mayor cuantía para quienes atenten contra la naturaleza. La Xunta endureció el año pasado las sanciones en materia de medio ambiente en la nueva Lei do Patrimonio Natural e da Biodiversidade de Galicia, más conservacionista que la anterior -databa de 2001, con Manuel Fraga como presidente-. En la anterior normativa, la sanción máxima por infracción muy grave era de 300.000 euros, pero en la actualidad puede llegar a los 2 millones de euros, una cifra pensada para los daños que puedan ocasionar empresas solventes sobre el patrimonio medioambiental.

Las multas se fijan en función de la gravedad y la reincidencia de las infracciones cometidas. Para los casos de vertidos leves, las sanciones parten de los 300 euros hasta alcanzar los 30.000 euros. Cantidades mucho más abultadas para las infracciones tipificadas como muy graves, que van desde los 200.000 euros hasta los dos millones. Para valorar la gradación de la infracción -desde las leves a las graves y muy graves- se tiene en cuenta la magnitud del riesgo, el grado de intencionalidad, el beneficio ilícitamente obtenido y la posibilidad de que los daños producidos sean irreversibles.