Junto con los bienes inmuebles, Facenda rastrea posibles fraudes fiscales en participaciones empresariales. En 2019, los inspectores tributarios realizaron un total de 2.529 valoraciones de bienes no inmuebles, fundamentalmente acciones, participaciones y empresas. En esas comprobaciones, la Atriga detectó más de 1.700 millones sin declarar, tal y como recoge la memoria de actividad de 2019. En concreto, el valor comprobado rondó los 7.900 millones de euros, lo que supuso un incremento sobre el valor de esos bienes no inmuebles declarados de más de 1.700 millones. El incremento medio se sitúa en el 28%. Esto no quiere decir que la recaudación de Facenda aumentase en esos 1.700 millones, sino que los contribuyentes deben tributar por esas cantidades que habían ocultado.