Jorge J., de 65 años, fallleció el sábado en el accidente de un hidroavión Canadair de 1974 operado por Portugal. Murió ayudando a la extinción de un incendio entre dos países, que continúa activo y que ya arrasó más de 400 hectáreas en la parte ourensana del parque natural transfronterizo Gêres-Xurés, una reserva de la biosfera atacada por el fuego desde hace décadas. La víctima, natural de Maputo (Mozambique), residía en Leiría y tenía dos hijos. Trabajó en la aviación comercial y, en los últimos años, ejercía en la lucha contra el fuego. Además era examinador de candidatos a piloto.

Según el Instituto Nacional de Emergência Médica, hora y media después de la alerta llegó el operativo de rescate al lugar del siniestro, de difícil acceso. Una pareja de la Força Especial de Bombeiros se había sumado a la BRIF de Laza prestando los primeros auxilios a los pilotos. Jardim, que había logrado salir por sus medios de la cabina, llegó a ser reanimado pero terminó falleciendo.

Su compañero, el copiloto Maxi P. B, natural de Babilafuente (Salamanca), de 39 años, fue trasladado en helicóptero medicalizado al hospital, con policontusiones y consciente. Según información de la agencia Lusa recogida por Jornal de Notícias, se encontraba ayer "estable y fuera de peligro" en el hospital de Braga.

El incendio iniciado en Lindoso, municipio de Ponte da Barca, a las 05.19 horas de la madrugada del viernes al sábado entró de Portugal a Lobios a las 8 de la mañana. La orografía, con una pronunciada pendiente, el viento, las altas temperaturas -casi 30 grados de máxima ayer en Lobios, según MeteoGalicia-y el humo dificultan la extinción.

A las 10.22 horas de ayer se dio por extinguido el frente que calcinó 30 hectáreas en Fraga (Lobeira). En Requiás (Muíños), donde dos focos previos habían afectado a 1,07 hectáreas en total, permanece estabilizado un incendio declarado el viernes que ha arrasado 50. El daño de las llamas en el parque natural, un paraje de sierras escarpadas, bosques, embalses y más de 800 especies de flora -un centenar, endémicas- supera las 480 hectáreas en los últimos días.

Cerca de 4.000 hectáreas han sido devoradas por las llamas ya en la provincia de Ourense -la más castigada de España- en lo que va de verano, todavía con dos meses de riesgo alto -al menos- por delante.