Con atención a los datos del registro de establecimientos que comercian con productos alimentarios, existen tres categorías en A Coruña con cero inscripciones: las heladerías, las tiendas de productos lácteos tradicionales y los centros de procesado de carne procedente de caza mayor silvestre. No ocurre lo mismo con los locales de restauración, que son mayoría, en las dos modalidades previstas en el registro: los que cuentan con comedor independiente superan los 500 y los que carecen de este espacio separado, que superan por poco el millar, para alcanzar los 1.009.

El sistema, creado para reforzar el control sanitario de los productos de la cadena alimenticia, que cobra especial relevancia tras la pandemia, cuenta en A Coruña con 14.735 establecimientos inscritos. Entre ellos, se pueden encontrar 94 comedores colectivos, un total de 213 pescaderías, 205 fruterías, 214 negocios de venta de pan o bollería, 101 carnicerías-chacinerías, 59 establecimientos de golosinas y una treintena de comercios de herbodietética y productos saludables. Las inscripciones permiten hallar, asimismo, nueve plazas de abasto en la ciudad, 382 locales entre supermercados y tiendas de ultramarinos y 18 establecimientos de congelados.

De las cuatro nuevas incorporaciones a las categorías, solo aparecen los dos locales del banco de alimentos en San José y Juan de la Cierva, un punto de venta de alimentos en Ramón Cabanillas y un local de complementos alimenticios de Ángel Senra.

Una de las novedades introducidas en el registro en diciembre permite distinguir -de los establecimientos de restauración comercial- entre los que carecen de comedor independiente (se clasifican como Restauración comercial I) de los que disponen de ese espacio separado de la barra y del resto de los clientes ( Restauración comercial II). Los primeros, en el caso de la ciudad herculina, duplican a los segundos, con una diferencia de 1.009 sin comedor frente a los 508 con ese espacio.