El tren de borrascas animado por el chorro polar que, según los meteorólogos, circula por latitudes "más bajas de lo normal" trajo, como estaba previsto, vientos fuertes a la comunidad durante la jornada de ayer. Los más intensos, de más de 110 kilómetros por hora, se registraron en Viveiro y en la Serra do Xistral (en Lugo) de 109 km/h y en Cedeira (109 km/h).

Ya a primeras horas de la mañana la influencia de la inestabilidad se dejaba sentir en las temperaturas elevadas (por encima de los 26º en A Coruña) y las ráfagas intensas de viento, acompañadas de lluvia. En la provincia de A Coruña hubo registros de rachas de viento del sur por encima de los 100 km/h en Cedeira y Vimianzo. No obstante, las cifras récord se alcanzaron en puntos de A Mariña, con una anotación máxima de 110 en Viveiro y otra de 109 en Muras, en la Serra do Xistral.

Según los registros publicados por Meteogalicia, las luvias resultaron abundantes, con cantidades acumuladas de 65 litros por metro cuadrado en la localidad coruñesa de Lousame; de 60 en Santa Comba o 4 2 en Rois. Las zonas de montaña apenas sufrieron los chaparrones ni las temperaturas elevadas.

La Xunta mantuvo hasta última hora de la tarde la alerta por fuertes vientos y precipitaciones de más de 15 litros por metro en una hora en las provincias de A Coruña y Pontevedra, sin avisos para hoy.

Con este jueves de tregua, la comunidad se verá influenciada desde mañana por otro frente, en este caso "poco activo" -informa MeteoGalicia- que afectará en especial al noroeste gallego y traerá precipitaciones de carácter más débil.

Las temperaturas tienden a moderarse además en las próximas horas. Frente a los 30º que se vivieron ayer en Ribadeo, Ribas de Sil o Foz, localidades lucenses que se adjudicaron las máximas temperaturas, los termómetros en las principales ciudades gallegas se situarán de cara al fin de semana entre los 24º y los 27º en su extremo a lo alto.