Hacía más de una década que Galicia no ganaba tanta población gracias a la entrada de personas procedentes del extranjero o de otras comunidades. El saldo migratorio, el que marca la diferencia entre los foráneos que entran a residir en la comunidad y los que la abandonan, ha crecido un 43% en un año y se sitúa en cifras desconocidas desde 2008. Según los datos actualizados por el Instituto Galego de Estatística (IGE), dados a conocer ayer, el hecho de que las salidas de Galicia hacia otras residencias haya marcado el mínimo desde 2010 ha influido en que el saldo sea histórico.

Según las estadísticas de la Explotación de Movimientos Migratorios, publicada por IGE, las cuatro provincias gallegas ganaron población el año pasado gracias a la entrada de personas foráneas, con un saldo migratorio -la diferencia entre las personas que entran y las que salen- que creció un 43% sobre el año anterior y que es el mayor desde 2008.

En 2019 fijaron su residencia en la comunidad un total de 17.747 personas más que las que la abandonaron. Y es que 46.600 se instalaron en Galicia, frente a los 28.853 ciudadanos que dejaron la comunidad autónoma por otro destino.

Según los datos comunicados por la Xunta, el saldo migratorio externo de Galicia mejoró por sexto año consecutivo e incluso creció un 43% sobre el año 2018, en el que había sido de 12.391 personas. "Además, la diferencia positiva entre entradas y salidas en la comunidad autónoma es la más elevada que se registra en Galicia desde el año 2008", constatan las fuentes estadísticas.

En cuanto a las entradas, en el año 2019 se produjeron según el IGE un total de 46.600 inmigraciones procedentes del extranjero o de otras comunidades autónomas, lo que supone un incremento del 9% respecto al año anterior. "Esta cifra es la más elevada desde el año 2007 y la segunda más alta de toda la serie histórica de esta estadística".

En lo que respecta a las salidas, se contabilizaron un total de 28.853 emigraciones al extranjero o a otras comunidades autónomas. Estos números representan una caída del 5%, puestos en comparación con los datos del año precedente. Según la información del instituto de estadística de la comunidad, la cifra de personas que salieron de Galicia en 2019 es la más baja registrada desde el año 2010.

La Explotación de Movimientos Migratorios revela asimismo que en 2019 las cuatro provincias gallegas ganaron población gracias a los movimientos migratorios con el exterior, "toda vez que en todas ellas las entradas de nuevos habitantes superaron a las salidas".

A Coruña consiguió un saldo migratorio externo de 7.950 personas, al anotar 19.621 entradas y 11.671 salidas y la de Lugo tuvo un saldo de 2.334 personas, con 5.856 entradas y 3.522 salidas.

Por su parte, la provincia de Ourense contabiliza un saldo de 2.289 ciudadanos, con 6.204 entradas y 3.915 salidas. En el caso de Pontevedra el saldo migratorio externo se situó en las 5.174 personas, con 14.919 entradas anotadas frente a las 9.745 salidas de personas hacia otro país o comunidad.

Galicia cuenta con 46.600 nuevos residentes desde el año pasado gracias a la llegada de ciudadanos que, en su mayor parte, proceden de la inmigración externa. Se trata en total de 26.932 personas provenientes de otros países, frente a las 19.668 que, por razones laborales o familiares, decidieron trasladarse entre comunidades autónomas.

De esos casi 27.000 extranjeros, nuevos residentes en la comunidad, el mayor porcentaje (11.347) ha ido a parar a alguna localidad coruñesa. Cerca de 9.000 se instalaron en la provincia de Pontevedra. El resto, 3.212 y 3.593, fijaron su nuevo hogar en las provincias de Lugo y Ourense, respectivamente.