Jornada histórica la que se vivió ayer en Tui con la visita del rey Felipe VI a la Comandancia Naval del Miño. Fue la primera vez en más de cinco siglos que un monarca visita Tui. El monarca reanudó en la ciudad fronteriza su agenda oficial tras dos semanas de vacaciones. Vestido con el uniforme de Capitán General de la Armada Española y con máxima puntualidad, pisó tierras tudenses a las 11.00 horas, donde un grupo de doscientas personas esperaban tras unas vallas en el Paseo Fluvial, sujetando banderas de España y coreando "¡Viva el Rey!", "¡Viva España!" y "¡Guapo!". Su Majestad fue generoso y se acercó hasta en dos ocasiones para saludar y repartir algún que otro "codazo" afectivo entre los vecinos.

A su llegada a la Comandancia Naval, don Felipe pasó revista a la dotación. Luego visitó las instalaciones de la Comandancia y pudo conocer las funciones habituales de dicha institución, que se encarga de la vigilancia y fiscalización del Tramo Internacional del Río Miño. El Rey firmó en el libro de honor y contempló una exposición exterior de artes de pesca.

Al mediodía su Majestad embarcó en el patrullero Cabo Fradera, el segundo más antiguo de la Armada Española. Realizó un recorrido de 45 minutos por las aguas del Miño. El Jefe del Estado quedó impresionado por el paisaje que pudo contemplar durante el paseo en barco, tal y como le confesó más tarde al alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro.

Tras desembarcar, don Felipe fue recibido por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el presidente del Parlamento gallego, Miguel Ángel Santalices; el delegado del Gobierno en la comunidad; Javier Losada; los alcaldes de Tui, Arbo y Crecente y la alcaldesa de Salvaterra. Faltaron a la cita por orden de su partido, el BNG y varios regidores nacionalistas. Unos quince miembros de Galiza Nova protestaron en la margen lusa del río por la presencia del monarca.