Los cambios en el Ejecutivo han sido recibidos con críticas por la oposición. La líder del BNG, Ana Pontón, advirtió al presidente de la Xunta que "de nada valen los cambios de cara" al frente de las consellerías de Sanidade y Educación "si no hay cambios de políticas" tras "once años de deterioro" de los servicios públicos por parte del PP. Para el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, los relevos en Sanidade y Educación suponen el "reconocimiento del fracaso" por Feijóo en las competencias "principales" de la Xunta y le insta a aplicar "nuevas políticas".

Desde los sindicatos, los secretarios xerais de UGT, CCOO y la CIG han coincidido en valorar que en el nuevo gabinete de la Xunta haya un departamento propio para trabajo y han llamado al diálogo y al entendimiento entre los partidos, el Gobierno y los agentes sociales. El portavoz de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla, también aplaudió el separar empleo y celebró que el nuevo equipo esté integrado por "gente conocida que ha demostrado una buena gestión".

En relación al conselleiro de Sanidade, Julio García, sanitarios y sindicatos avalan su "perfil" y destacan su capacidad "de diálogo", pero avisan de que los "cambios" en Sanidade deben pasar por las "ideas" y las "estructuras" para acometer reformas en una sanidad pública que requieren "ambición". Sobre el de Educación, Román Rodríguez, los sindicatos con representación en la Mesa Sectorial -CIG, CC OO UGT y Anpe- coinciden en señalar su "experiencia" y su mayor "capacidad de diálogo" en su anterior período frente al unánime "mal sabor de boca" que dejó Carmen Pomar.