Las consecuencias de los casi 100 días de estado de alarma que paralizó la actividad económica se van conociendo poco a poco. El último sector en ofrecer los resultados ha sido el de la construcción. En el segundo trimestre perdió el 5,9% de los empleos que tiene en Galicia. Ha sido la caída más abultada desde finales de 2012 cuando entre octubre y noviembre desapareció el 7,7% de la mano de obra.

La construcción aguantó el tipo en el primer trimestre, pese a que el estado de alarma arrancó el 15 de marzo. A finales de ese mes, el número de trabajadores escaló hasta los 76.400, la mayor cifra desde 2012. Pero el segundo trimestre fue una debacle. El Gobierno decretó la paralización de todas las actividades económicas no esenciales para hacer frente a la pandemia entre el 30 de marzo y el 9 de abril, lo que supuso la suspensión de los trabajos en el sector de la construcción. La consecuencia fue que en el segundo trimestre se perdieron 4.500 empleos en la comunidad y la cifra total cayó hasta los 71.900. La última vez que se destruyeron más empleos en solo tres meses fue en el último trimestre de 2012: 6.300. Estos datos corresponden a la Encuesta de Población Activa (EPA), pero el Instituto Galego de Estatística (IGE) acaba de publicar el estudio Seguimiento e análisis da construcción en Galicia del primer trimestre cuyos malos datos anticipan la debacle del segundo trimestre.

Según el IGE, el Valor Agregado Bruto (VAB), que mide el valor total creado por un sector, en este caso de la construcción, disminuyó en Galicia un 8,9% entre enero y marzo en comparación con el mismo período del año anterior. Desde el segundo trimestre de 2014, el sector no había registrado datos negativos en esta variable. Tanto las actividades de construcción como las obras civiles presentaron peores registros que cualquier trimestre anterior.

Las tasas del VAB interanuales fueron negativas desde finales de 2008 hasta mediados de 2014, con una caída cercana al 10% durante los primeros trimestres de 2010. Desde el tercer trimestre de 2014, el sector registró valores positivos y había encadenado 22 trimestres consecutivos (cinco años y medio) hasta llegar a la fuerte caída del primer trimestre de este año. Los datos del segundo, con el estado de alerta activado hasta el 20 de junio, serán mucho peores.

La construcción dejó de destruir empleo en 2019 por segunda vez en cinco años. En 2015 trabajaban en el sector 73.600 personas; en 2016 bajaron a 71.900 y en 2017 cayeron hasta las 66.600. Sin embargo, en 2018 se volvieron incrementar hasta las 67.400 y en 2019 crecieron hasta las 70.100. El cuarto trimestre lo cerró con 74.500 trabajadores, la cifra más elevada desde finales de 2015.

Durante los años de la burbuja inmobiliaria, entre 2000 y 2007, el empleo en la construcción creció a una tasa media del 4% en Galicia. A partir de 2008 se produjeron abultadas caídas hasta 2014. El desplome medio anual en esos años fue del 10%.

Pese a la mejora económica, la construcción destruyó empleo en la comunidad en 2016 y 2017. En estos dos años desaparecieron casi 10.000 puestos de trabajo al caer el número de ocupados hasta los 65.700 con los que se cerró 2017. Fue la segunda cifra más baja de la última década, solo superada por los 65.300 que había a finales de 2014.

Pero en 2018 se produjo un cambio de tendencia y el número de trabajadores se incrementó por primera vez en los últimos tres años y esa tendencia se confirmó en 2019 con otro aumento. El sector del ladrillo en Galicia llegó a dar trabajo a 152.000 personas en los tiempos álgidos del boom inmobiliario. Era finales de 2007 cuando la burbuja estaba a punto de estallar. A partir de ese momento, llegó la crisis y se llevó por delante más de la mitad de los empleos.

Durante 2014 y 2015, la construcción en la comunidad volvió a necesitar mano de obra y los contratados aumentaron hasta los 75.300. Pero fue un espejismo. A partir de ese momento, el número de ocupados no paró de caer. Tocó suelo a finales de 2017 con 65.700 efectivos. A cierre de 2019 eran 4.400 más. Se esperaba que el ritmo expansivo siguiese en 2020, pero la pandemia lo ha detenido.