Controles exprés. Es la única herramienta de la que dispone la Guardia Civil de Tráfico para hacer frente a las aplicaciones que avisan de los operativos de vigilancia en carretera y también a los propios conductores que informan de su presencia vía WhatsApp o a través de la redes sociales. Tras años reclamando un plan de acción contra estas apps desde distintos colectivos en pro de la seguridad vial, ya que su información no solo es utilizada por los infractores al volante sino que además disuade a los delincuentes de pasar por ese control, la Fiscalía de Seguridad Vial apuesta por la prohibición de estas plataformas así como por acometer una reforma que castigue a quienes utilicen apps o las redes sociales para alertar de los dispositivos de vigilancia.

Carlos Gil, fiscal delegado de Seguridad Vial en Galicia, apuesta por prohibir este tipo de aplicaciones, que avisan de los controles policiales, la ubicación de los radares, atascos o accidentes de tráfico. En una entrevista con este periódico, Gil apuntaba este fin de semana que es "necesaria" una modificación legal para castigar el uso de las apps o redes sociales que avisen de estos operativos en carretera, unas conductas que las leyes de tráfico todavía no sancionan. "Aunque en algún caso podrían castigarse como distracciones a la conducción, apuntaba el fiscal de Seguridad Vial, al tiempo que advertía de que este tipo de conductas afectan a la seguridad en general y no solamente a los posibles infractores de tráfico ya que en muchos casos se está avisando de la existencia de un control a delincuentes comunes que gracias a estos avisos eluden los posibles controles.

Desde que este tipo de aplicaciones fueron lanzadas al mercado, la Agrupación de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia optó por infiltrarse en las redes sociales para rastrear los avisos que los usuarios lanzaban sobre los distintos dispositivos programados en carretera y así cambiar su ubicación para evitar que los potenciales infractores conozcan los puntos donde se encuentran. Así, los agentes montan y desmontan controles de manera continua con el objetivo de reducir al mínimo los accidentes, hasta el punto que ha habido ocasiones en que no se había terminado de montar un control y ya se estaba anunciado en la red.

Con las características orográficas de Galicia y su dispersión poblacional, que hacen del vehículo un elemento indispensable, estos avisos llevan a no pocos conductores a optar por carreteras secundarias, las más peligrosas por estar en peores condiciones, con menos señalización y más maleza. De hecho estas vías concentran en Galicia el 90% de los fallecidos en carretera.

Desde la Asociación Pro Guardia Civil (Aprogc) luchan por "no poner más flores en la carretera por culpa de una app". Su delegado, Héctor Teixeira, urge desde hace años al Gobierno central a regular el uso de estas aplicaciones, "que bajo la apariencia de ser útiles para mejorar la seguridad vial, únicamente sirven para aumentar el riesgo de ser víctima de un delincuente vial".

Fue precisamente Aprogc uno de los impulsores de la Plataforma Creando Seguridad, un colectivo integrado por formadores y educadores viales, motoristas, asociaciones y agentes sociales vinculados a la promoción social que persigue la prohibición de este tipo de aplicaciones.

"Parecía que cuando lo hacíamos como asociación de guardias civiles, nuestro interés era por no ser detectados por un afán recaudatorio. Y nada más lejos de la realidad, nuestro afán es disuasorio", advierten desde Aprogc. "Evitar siniestros viales detectando esas conductas de riesgo que nos ponen en peligro a todos, peatones, ciclistas y conductores que cumplimos las normas. No nos podemos ver implicados en un siniestro grave o con fallecidos porque alguien eludió un control gracias a utilizar esas apps", cuestiona Teixeira.