Los cuatro concejales del grupo municipal de Democracia Ourensana (DO) críticos con el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, elevaron ayer la tensión política en la ciudad al decidir la expulsión del regidor del grupo municipal, alegando que son mayoría: 4 críticos frente a Jácome y otro edil fiel a este. Justifican este acuerdo en que todas las decisiones adoptadas en las últimas semanas por el alcalde son "unilaterales" sin someterlas a la disciplina y debate del grupo. Le informaron ya de que se trata de un edil "no adscrito" a DO en una guerra que se produce después de que los críticos denunciasen ante la Fiscalía presuntas irregularidades del regidor, que habría exigido parte del salario para el partido a personal eventual contratado por su grupo.

Entre estas medidas "unilaterales y no consensuadas" se sitúan la retirada de competencias a estos cuatro concejales que denunciaron a Jácome en Fiscalía o el cese de asesores que el regidor consideraba miembros de la "trama" para derrocarle.

"Esto es lo más insólito que se ha visto en la política española: que un grupo de tránsfugas de un partido en una corporación o Parlamento se intenten adueñar de forma particular de un partido al que no pertenecen, y haciéndolo tras tomar provecho de los votos de dicho partido", censuró, al tiempo que advirtió al líder de los críticos, Miguel Caride, de que la usurpación de una identidad corporativa, en este caso el nombre y logo DO en sus cartas, puede constituir un delito.