La delincuencia juvenil en Galicia está en crecimiento. Sin ir más lejos, la cifra de menores condenados en la comunidad el año pasado es la más alta de los últimos siete ejercicios. En 2019, un total de 593 chavales fueron procesados por algún delito, lo que supone un 46% más que en 2018. Entre los adultos, el número también crece, aunque lo hace en menor medida. El año pasado, los mayores declarados culpables de infringir la ley fueron 13.748, un 12% más que en los doce meses anteriores.
De acuerdo con los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019, fueron condenados 187 menores de entre 14 y 17 años más que en 2018. Del total de 593, la gran mayoría son españoles (528) y varones (432), siendo los extranjeros (65) y las chicas (161) una minoría. En España, los adolescentes castigados también se incrementaron, pero menos: de 323 a 416, es decir, en casi un 29%.
La tasa de gallegos de 14 a 17 años condenados por cada mil habitantes de su mismo rango de edad se situó en un 6,7; mientras que la tasa de infracciones penales (delitos y faltas) cometidas por este colectivo -un total de 1.281 frente a las 770 de 2018- fue de 14,4 (estuvo por encima de la media española, de 13,6). En 2019, los quebrantamientos aumentaron, principalmente, en la franja de los 15 años (en un 110%).
Entre los jóvenes gallegos, cabe destacar un repunte de los que cometen delitos sexuales. El año pasado, los chavales condenados por abusos, agresiones y otro tipo de coacciones contra la libertad sexual fueron exactamente el doble que en 2018, pues si entonces únicamente fueron 8, en 2019 resultaron ser 16. Sin ser la gallega la comunidad con más casos, la región ostenta la mayor subida porcentual de todo el territorio nacional.
A nivel estatal, los resultados del informe muestran que fueron 416 menores los condenados por delitos sexuales en 2019 -un 29% más que el año anterior en este tipo de penas-. De todas las agresiones sexuales recogidas, unas 60, seis fueron juzgadas como violación.
En el caso de los adultos, hubo 1.453 más de condenados por sentencia firme en la autonomía que en el ejercicio anterior: 12.493 tenían nacionalidad española y 1.255 provenían de un país foráneo. De los procesados, 11.100 fueron hombres y 2.648, mujeres.
La cantidad de delitos perpetrados en la comunidad igualmente subió hasta alcanzar la cifra de 19.919, 2.881 más.
