El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, recibió ayer un espaldarazo para intentar capear la crisis política municipal. El nuevo edil de Democracia Ourensana (DO), Telmo Ucha, tomó posesión de su cargo tras la dimisión de un crítico con el regidor y comprometió su "absoluta lealtad" a Jácome, lo que le permite a este tener tres apoyos -incluido él mismo-de 27 miembros de la corporación.

Esta situación dificulta una moción de censura y permite a Jácome poder convocar juntas de gobierno. "Lo que pretendo es que no se bloquee la ciudad", indicó Ucha en un comunicado enviado tras el pleno municipal.

Mantuvo sin embargo parte del suspense al evitar concretar si se integrará en el grupo de DO o se irá al de no adscritos. En este punto existe conflicto también, pues los cuatro críticos de DO han tratado de expulsar a Jácome de sus filas tras denunciarlo ante la Fiscalía por presuntas corruptelas en las cuentas del partido. "No daré a conocer hasta dentro de cinco días, el plazo que me da la normativa, si me quedo en las filas de Democracia Ourensana o voy al grupo de no adscritos" , indicó. De esa manera, se mantiene la puerta abierta a la moción de censura.

Sin embargo, la oposición de Ourense sigue trabajando para presentar una moción y desalojar a Jácome. El binomio PSOE, con 9 ediles, más los 7 del PP le permitiría alcanzar el bastón de mando. Al parecer tanto el PPdeG como el PSOE desde Madrid están buscando ya soluciones para el puesto, para el que se baraja no solo al presidente del grupo local, Rafael Villarino, sino también la edil Natalia Rodríguez. Otra opción será sumar a Ucha al bando de PSOE, BNG y Cs.