Cada vez es menos frecuente, pero todavía hay puntos en los montes gallegos invadidos de basura. Senderistas, recolectores de setas o aficionados a la bicicleta o a los quads se topan en sus salidas para disfrutar de la naturaleza o hacer deporte con montículos de electrodomésticos estropeados, muebles viejos, colchones, somieres, restos de obras, neumáticos gastados... A pesar de que el control de estos basureros clandestinos corresponde a los ayuntamientos, la Xunta ha promovido un plan para erradicar los espacios degradados por el cúmulo de residuos.

Tras años de lucha contra este tipo de vertederos , la Consellería de Medio Ambiente eliminó el año pasado otros 112 puntos de vertidos incontrolados (PVI) -una media de uno cada tres días- en 11 ayuntamientos, lo que eleva a más de 1.100 los clausurados en casi 140 municipios (el 43% del total) durante el periodo 2009-2019. El refuerzo de la actividad inspectora durante los últimos años ha permitido reducir el volumen de sellados pendientes y ha contribuido a la concienciación de la ciudadanía, que abandona cada vez menos residuos en los puntos no habilitados. Así en 2019 el número de PVI clausurados en Galicia cayó un 36% respecto al ejercicio anterior (176 sellados en 38 ayuntamientos).

En la Lei de Patrimonio Natural se recoge como falta grave "el abandono o depósito de residuos fuera de los lugares destinados al efecto". Quienes se salten la normativa se enfrentan a sanciones de entre 3.001 euros y los 200.000, frente al máximo de 60.000 euros que recogía la Lei de Conservación del año 2001.

Concellos e inversión

La provincia de Ourense concentró el año pasado el grueso de las intervenciones del departamento dirigido por Ángeles Vázquez, con 59 basureros ilegales eliminados en ocho ayuntamientos. El balance registrado en Lugo y A Coruña se queda muy por debajo de estas cifras, con 37 vertederos clausurados en el primer caso y 16 en el segundo. En Pontevedra no se registró intervención alguna por parte de la Consellería de Medio Ambiente.

La inversión destinada el año pasado al sellado de puntos de vertidos incontrolados fue de 562.000 euros, la mitad que los 1,18 millones del ejercicio anterior.

Las competencias para controlar los vertederos fuera de los puntos limpios establecidos para el depósito de residuos son municipales, aunque el Plan de Xestión Residuos Urbanos de la Xunta establece un programa específico de actuaciones en este terreno que desde 2009 permitió eliminar un total de 1.107 puntos de vertidos incontrolados con una inversión que alcanza los 7 millones. Desde Medio Ambiente destacan que con el programa de clausura se atendió la práctica totalidad de las solicitudes que recibieron por parte de los ayuntamientos, así como los detectados por personal del propio departamento autonómico.

Durante el año pasado, en la provincia de A Coruña fueron clausurados 16 basureros clandestinos detectados en 3 concellos por un importe total que supera los 104.000 euros: Oleiros (7 puntos), Negreira (6) y Trazo (3). En Ourense, las intervenciones de la Xunta afectaron a 59 puntos de vertidos localizados en 8 ayuntamientos con una inversión por encima de los 305.000 euros: San Cristobo de Cea (15), A Bola (14), Barbadás (9), A Rúa (7), Xunqueira de Espadañedo (6), Larouco (4), Cartelle y A Teixeira (2 en cada caso).

En Lugo fueron 37 los basureros sellados en 8 municipios por casi 152.500 euros: Abadín (10), Pantón (8), Folgoso y Triacastela (5 en cada concello), Cervo (4), A Pobra de Brollón (3) y, finalmente, Rábade y Ribas de Sil (uno en cada caso).

Con este tipo de actuaciones, la Xunta se propone lograr una correcta gestión de los residuos mediante su reciclaje y tratamiento. Para ello se habilitan más puntos limpios, instalaciones que cuentan con un equipo adecuado para la separación selectiva y almacenamiento temporal de los residuos de origen doméstico de especiales características.