El viento y las lluvias que durante la madrugada de ayer desvelaron a muchos eran el aviso de la entrada de Alex, el primer temporal del otoño que durante las últimas horas se dejó notar con fuerza en toda Galicia. En tierra y en mar; en los concellos del interior y en los de costa. La borrasca explosiva que hizo caer las temperaturas diurnas por debajo de los 19 grados y que dejó a prácticamente toda la comunidad en alerta amarilla o naranja por intensas lluvias, fuertes rachas de viento o oleaje también trajo las primeras nevadas y, con ellas, las incidencias en carretera. La nieve fue tan intensa en algunas vías que tuvieron que ser cortadas al tráfico, como ocurrió en la OU-122, entre los puntos kilométricos 22 al 26, a su paso por Carballeda de Valdeorras, en la zona de Pena Trevinca. Patrullas del destacamento de O Barco acudieron a la zona para regular la circulación, para lo que movilizaron un quitanieves.

Árboles caídos, desprendimientos de fachadas o desplazamientos de contenedores fueron algunos de los efectos del temporal que dejó vientos de hasta 135 kilómetros por hora. Este fue el valor más alto que dejó Alex en la comunidad, en concreto en la localidad lucense de Muras, junto con los 132 km/h en Viveiro y los 129,7 de Cedeira. Durante la noche del jueves se superaron los 100 km/h en diversos puntos de la montaña de Ourense (Manzaneda con 108,2 km/h y Carballeda con 100 km/h), así como en la de Lugo (Cervantes, con 103 km/h). En las primeras horas de ayer, el viento alcanzó los 125,1 km/h en A Veiga (Ourense); los 122,5 en Manzaneda; los 117,3 en Cervantes; 113,9 en Muras y 109,5 en Carballeda, todos ellos municipios con altitud mayor de 900 metros. En los de altitud menor de 900 metros el viento ha dejado rachas de 101 kilómetros por hora en Bueu; 99,9 km/h en Viveiro; 98,8 en Burela y 97,6 en Lousame.

Las lluvias tampoco dieron tregua. No pocos tuvieron que dar vuelta en busca del paraguas tras un fugaz descanso del aguacero que esperaban que, al menos durase, el tiempo justo para hacer un recado al lado de casa o salir del trabajo a por un café. Las intensas precipitaciones, en decenas de localidades acompañadas de granizo, dejaron ayer 52,5 litros por metro cuadrado en Ortigueira, 50,1 en Abadín; 45,8 en Cariño; 42,1 en Cotobade y 40,9 en Forcarei.

Aunque el día anterior el nivel de alerta para la costa era, según la zona amarillo o naranja, a primera hora de ayer la Dirección Xeral de Emerxencias amplió el aviso naranja por temporal costero a todo el litoral gallego. La alerta se activó a primera hora de la mañana en la provincia de A Coruña, para extenderse a partir del mediodía a las costas de Lugo y Pontevedra. Hubo mar combinada del noroeste con olas de hasta siete metros.