La Xunta inició ayer las pruebas del primer proceso de funcionarización de su personal laboral fijo, fase a la que estaban convocados 900 empleados públicos y a la que acudieron un poco más del 90% en la primera tanda. El desarrollo de los exámenes se realizó en Silleda y está marcado -dado que sigue hoy- por las medidas de seguridad impuestas a raíz de la pandemia y un operativo de control conformado por 142 personas. La Consellería de Facenda informó de que las pruebas transcurrieron "con normalidad".

El proceso de funcionarización, anunciado hace ya hace ocho años, se trata de una prueba de características diferentes a las establecidas para las oposiciones comunes, dado que no tiene carácter competitivo. Para incentivar el paso de régimen de laboral fijo a funcionario se dieron todas las facilidades a los aspirantes. El examen es tipo test y los convocados ya tuvieron acceso previamente a una batería de preguntas de entre las que se seleccionan las del examen. Además pueden disponer libremente en la prueba de los textos legales sobre los que se basan las preguntas. Los ejercicios se realizaron pese que desde sindicatos como la CIG se reclamó su paralización por el riesgo sanitario y porque la mayoría de los convocados es personal sanitario que trabaja en residencias de mayores y centros día. La Xunta optó por celebrarlas, aunque mantiene suspendidas por motivo del coronavirus y sin fecha prevista para su reanudación todos los procesos de oposiciones.