La pandemia lo ha acelerado todo, véase la transformación digital, pero también, del mismo modo, las tensiones y los roces entre Estados Unidos y China, las dos principales potencias mundiales que en gran parte marcarán el devenir del mundo en los próximos años. Ante este escenario, el Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, pidió ayer en la celebración del Foro La Toja-Vínculo Atlántico "unidad" a los países europeos. A su juicio, el conflicto es "creciente". Sin ir más lejos, plantea una "confrontación sin precedentes".

Para el exministro de Asuntos Exteriores, "dos grandes cuestiones" geopolíticas son las que van a definir el futuro de la Unión Europea. Por un lado, el devenir del continente africano. Y, por el otro, la rivalidad entre EEUU y China, que "antes de la pandemia ya existía", pero que ahora "se ha agudizado", en parte gracias a la ayuda del presidente Donald Trump.

"Veo una interdependencia mucho más conflictiva y con una conversión en armas de todos los elementos que hasta ahora considerábamos constitutivos del poder blando. El comercio, los datos o la tecnología son ahora instrumentos de confrontación política", dijo. Borrell ve "un mundo cada vez más desigual y menos libre" en un momento donde también contempla el "renacer de los imperios" propios de otras épocas. Y, en un contexto como este, opina que "Europa se puede ver amenazada por esta confrontación geopolítica". "Y solo con unidad podremos hacerle frente", insistió. Además, valoró a Europa como "el lugar del mundo que mejor conjuga la libertad política, el progreso económico y social".

De todas formas, cree que el viejo continente debe buscar su camino. Y, sobre esto, aportó que con Estados Unidos "comparte" más aspectos que con el gigante asiático, tales como "la economía de mercado y la democracia liberal". Aunque, del mismo modo, no se debe "entrar en rivalidad con China".

En cuanto a la situación de África, comentó que está en juego que modelo sigue: si el "democrático", de "economía de mercado" que representa Europa o, en cambio, otros "más totalitarios" como el chino.

Por otro lado, el exministro español también se pronunció sobre el plano económico y, una vez más, aportó su visión más internacional al tema. En primer lugar, confesó que hay un "riesgo de fragmentación" de la economía mundial". "No todos los países pueden dar la misma respuesta fiscal en apoyo a sus empresas y para muchos países emergentes puede ser una década perdida", alertó, ya que, para algunas naciones, la crisis sanitaria, económica y social supone algo así como una "tormenta perfecta".

Para el caso de España, señaló que el Gobierno español fue el "primero" en advertir de la necesidad de llevar a cabo una "acción masiva", a un Plan Marshall a nivel europeo, para salvar los efectos económicos de la pandemia y que finalmente se ha traducido en los Fondos de Recuperación y Resiliencia. "No sabemos cómo va a ser la recuperación, pero la respuesta ha sido extraordinaria", explicó.