Manuel Charlín Gama, el patriarca del clan de los Charlines, de 88 años, compareció ayer ante la titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Vilagarcía para la celebración de un juicio por un supuesto delito contra la seguridad vial tras golpear en una maniobra de marcha atrás a otro vehículo teniendo el permiso retirado.

Los hechos ocurrieron el pasado mes de abril en Vilanova de Arousa, un suceso muy similar al ocurrido la pasada semana cuando volvió a tener un accidente con el Jaguar propiedad de su hijo Melchor. Es la sexta vez este año que es sorprendido por agentes de la Policía Local y denunciado por conducir sin carné, a pesar de las numerosas advertencias policiales y judiciales que desoye.

Una sordera que también le sirvió ayer de estratagema para evitar responder a la jueza Sofía Leonor Castro Verdes, quien decidió abrir diligencias para que la vista se celebre más adelante en el Juzgado de lo Penal y que se vio obligada a ordenar la práctica de una prueba forense para determinar si el viejo Charlín tiene afectado gravemente el sentido del oído, como alegó ante su señoría.

Manuel Charlín llegó al juzgado acompañado por su hijo Melchor, pero en sala fue necesario suspender la vista, a pesar de que ya se había redactado un acuerdo de conformidad con una pena de multa por los citados hechos de abril. La propuesta era muy ventajosa pero no fructificó porque el hijo del patriarca se interpuso en la declaración y gritaba al oído de su padre las preguntas que le formulaban desde el estrado, ya que al patriarca aseguraba que no oía nada.