La Audiencia Nacional juzga desde hoy a 12 militantes de las organizaciones independentistas gallegas Causa Galiza y Ceivar por realizar, según la Fiscalía, "una actividad constante de apoyo, ensalzamiento y justificación de la actividad terrorista de Resistencia Galega".

La víspera del arranque del juicio, unas 1.500 personas se manifestaron en Santiago en apoyo a los acusados en la operación Jaro. "Non son terroristas, son independentistas", clamaron los participantes en la protesta,que contó con la presencia de representantes de distintas organizaciones políticas como el BNG (el diputado Xosé Luís Rivas) y Anova (su portavoz nacional, Antón Sánchez), sindicales (el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril) y sociales (el presidente de A Mesa, Marcos Maceira).

Los 12 encausados se enfrentan a penas que oscilan entre los 4 y 12 años de cárcel. Según las conclusiones provisionales del fiscal, la actividad de enaltecimiento realizada estaba repartida entre Causa Galiza, que se encargaba del llamado "frente de masas", y Ceivar, que de dedicaba al apoyo a los presos, "financiación y dinamización de su colectivo". Recuerda que Causa Galiza fue promovida por integrantes de otras organizaciones independentistas gallegas que manifestaron públicamente como "legítima" "cualquier modalidad de lucha" para conseguir el objetivo de la independencia de Galicia. Desde esta nueva organización, y con el objetivo ensalzar a Resistencia Galega, los acusados "diseñaron, planificaron y desarrollaron campañas o dinámicas de concienciación, tanto permanentes como coyunturales, donde se homenajeaba y ensalzaba públicamente la figura de los terroristas", presentándoles como "presos políticos".

En esa tarea de enaltecimiento, la Fiscalía considera también evidente "el papel esencial e insustituible" de Ceivar, que controlaba y apoyaba la acción de su "Colectivo de presos independentistas gallegos" (CPIG), y "velaba por su disciplina y cohesión". Ceivar -añade el escrito- "perseguía ampliar la base social del independentismo radical gallego que asumiera como legítimo el empleo de la violencia para conseguir sus fines políticos", informa Efe.